Por ALTAGRACIA ORTIZ G.
El secretario de Salud Pública, doctor Bautista Rojas Gómez, advirtió ayer sobre el peligro que representa el uso de los fuegos artificiales y recomendó a la población no utilizarlos durante las festividades de Navidad y Año Nuevo, a fin de evitar víctimas fatales por esa causa.
Rojas Gómez dio a conocer el decreto 616-06 que prohíbe a los propietarios de negocios que se dedican a la producción, importación, exportación y uso de éstos, detener dicha práctica, si no cuentan con el permiso correspondiente.
Refirió que producto de las medidas tomadas por la primera gestión del presidente Leonel Fernández, en las navidades del 1999, que emitió un decreto prohibiendo la comercialización de los fuegos artificiales, no se produjeron accidentes fatales por esa causa y que por ello la medida fue retomada.
Mediante el decreto se creó una comisión interinstitucional integrada por los secretarios de Salud Pública, Medio Ambiente, Industria y Comercio, Interior y Policía y de las Fuerzas Armadas, los cuales elaboraron un proyecto de Ley para regular la producción y comercialización de los fuegos artificiales en el país y hacia el exterior..
En ese año en los centros de salud, tanto público como privado, no se asistió ni una sola persona por esa causa, informó el doctor Bautista Rojas Gómez, a través de una nota de la Dirección Estratégica de Comunicación de la cartera.
Dijo que ese logro no se obtuvo de manera fortuita sino, que la población acogió las recomendaciones preventivas emanadas por los organismos gubernamentales que previenen y protegen la población, por lo que espera que la sociedad dominicana adquiera la conciencia necesaria y se abstenga de usarlo en el presente año.
No obstante, dijo que no se opone a que los mismos se utilicen en la celebración de grandes eventos, pero que sean manipulados por personas que estén debidamente estrenadas y no de manera indiscriminada como generalmente se hace, sobre todo por la población infantil.
Dijo que es evidente que estos juegos generan cierta emoción, sobre todo en los niños, pero peor es la consecuencia que producen cuando se utilizan de manera indiscriminada produciendo quemaduras, heridas y amputaciones que dejan secuelas permanentes y afectan su desarrollo físico y mental.
Rojas Gómez advirtió también sobre la existencia de fábricas de fuegos artificiales que funcionan de manera clandestinas sin reunir los criterios de seguridad y salud ocupacional, las cuales han generado en algunas ocasiones accidentes fatales para sus empleados.