Secretos de la identidad y gobernabilidad territorial

Secretos de la identidad y gobernabilidad territorial

REYNALDO PEGUERO

R. Putnam (Harvard) y B. Kliksberg (UBA) exponen dos conceptos asociados a la identidad y pertenencia territorial: gobernabilidad y gobernanza.

La primera, “gobernabilidad”, es la eficiencia de la participación social en el Estado para que este logre sus objetivos. La segunda, “gobernanza”, es la transferencia de parte del poder público del Estado a la sociedad civil y al sector privado, para lograr propósitos comunes.

Gobernabilidad deriva del sentido de identidad y pertenencia generado en la forma de poseer, cultivar y hacer producir la tierra. Quien cultiva tabaco, café y cacao, conoce cada detalle de la finca que trabaja. Su olor, color, acceso al agua y consistencia.

En el norte de esta isla predomina el minifundio como propiedad, por eso los pequeños territorios crean condiciones sociológicas para la identificación y su defensa. De eso se trata el Plan Estratégico de Santiago y las tesis de P. F. Bonó.

Por el contrario, quien se beneficia de la caña de azúcar o el corte maderero como aconteció en el sur de la Hispaniola, es dueño de un territorio que no conoce. Lo gobierna de lejos designando “un colono” quien se impone sobre una servidumbre no propietaria, ni interesada en la tierra que trabaja.

Gobernabilidad y gobernanza son el principal proyecto de las tres décadas de la planificación estratégica en Santiago.

El Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU) define gobernanza como concurrencia creadora de “la estructura de relaciones entre diferentes actores sociales vía la cual se toman decisiones de la cosa publica”. Por su parte, J. Kooiman plantea gobernanza como “capacidad de un sistema social para autodirigirse enfrentando desafíos y oportunidades”.

La Comisión de Gobernabilidad y Gobernanza del Plan Estratégico de Santiago 2030 o Compromiso Santiago son organismos que gestan la promoción, el fomento y la garantía para asegurar entre todos los grupos de interés y capacidad de decisión, que el municipio genere permantemente una interacción social para concretar y ejecutar convenios que contribuyan al bien común.

Para Isidoro Santana, el exministro que enmendó la plana al pasado Presidente, “enfrentar los desafíos y lograr avances en el cumplimiento de los ODS depende de establecer relaciones virtuosas de reciprocidad entre Estado y ciudadanía”. República Dominicana está obligada a concretar un gran contrato social para transformar el Estado y recobrar la confianza de la ciudadanía.

Gobernabilidad y gobernanza inician en los municipios y concluyen en la Nación y no lo contrario. Es ahí que debemos transformar la gestión local del Gobierno. Pues si tenemos territorios locales planificados y ordenados ese es el paso previo para crear una Nación cohesionada.

Esas son las tareas a las que invitamos concentrarse al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, la Liga Municipal Dominicana y al Gobierno dominicano.

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