Secretos que guarda la calle El Conde

Secretos que guarda la calle El Conde

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
La calle El Conde de la ciudad de Santo Domingo tuvo muchos nombres. El primero fue «El Clavijo», personaje fundador del primer colegio de niños en la colonia; luego le siguieron «Calle Real», «Imperial», «27 de Febrero» y «Separación».

Su característica es singular, porque su trayecto es de un kilómetro de largo, que termina frente a un baluarte y comienza en una doble escalinata con peldaños de hormigón armado.

Entre las principales vías también es única al poseer en el cruce de dos esquinas, varios árboles cuyas ramas llegan hasta el techo de casas de dos niveles.

En la esquina que forma El Conde con la calle Las Damas, se aprecia una vivienda colonial sin par, la cual tiene las puertas más elevadas, con unos 8 metros de alto, sin marcos, sólo con el remate de un arco menor de ladrillos; además, posee un suelo alto debido a que en la entrada aparecen escalones con tres peldaños. En ella está instalada la Academia de Ciencias de la República Dominicana.

Frente a esta edificación está una de las primeras casas coloniales de dos niveles construida en piedra tallada, y con puertas y ventanas separadas por molduras salientes. Fue levantada en 1502 por Nicolás de Ovando, y en ella vivió Hernán Cortés. Fue restaurada por la república francesa para instalar la actual Casa de Francia.

Una de las cosas que hacen especial a la calle El Conde es la hilera de postes con tres faroles, las bocinas que reproducen música instrumental y los bancos con armazón de hierro y asientos de madera.

En la esquina Isabel La Católica hay otra edificación muy antigua, la llamada «Casa del Abogado», debido a que allí ofrecía sus servicios el primer jurisconsulto que tuvo la colonia.

Igualmente, al llegar a la intersección con la Meriño se encuentra el primer edificio esquinero de dos niveles con una arcada que doblando forma un ángulo recto, y cuyo vértice es curvo, donde lateralmente se aprecian 17 arcos de hormigón armado y gruesas columnas cuadradas. Tiene la primera torre triple en cuya segunda ventana aparece un reloj público y en la tercera está la campana que da las horas.

También, lateralmente, posee el pórtico del patio de más altura que hay en toda la Zona Colonial, en el cual se aprecia una doble puerta con planchas de hierro, decorada con incrustaciones de barras de metal formando curvas, desde cuyo centro y a ambos lados se abren otras rematando en puntas de flechas, dejando un hueco rectangular que sirve de tragaluz.

En la esquina José Reyes está el «Edificio Saviñón», primero construido con estilo Art Deco, inigualable al tener la más grande cantidad de tragaluces laterales en una edificación. Estos son una hilera de molduras verticales paralelas, las cuales tiene encajados una serie de vidrios color verde.

Asímismo, en la parte izquierda de dicha esquina se aprecia una edificación de cuatro niveles, cuyos laterales son concavidades horizontales largas, las cuales internamente tienen espacios corridos, cuya superficie es para el estacionamiento de vehículos. Más adelante, en el edificio número 506 se aprecia un restaurante, que lateralmente presenta una novedad curiosa. Es una galería con mesas y sillas al aire libre cuya sombra se la da un árbol gigante que han dejado como curiosidad de la naturaleza para los asistentes allí.

En esta vía se erigieron las primeras edificaciones de varios niveles, como la de Baquero, el Edificio Diez, el de la Ópera, Cerame y el edificio Copello, entre otros. En realidad es la preferencial calle para pasear libremente debido a que el caminante no tropieza con nadie.

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