Las aves tienen mucho menos grasas y menos calorías, especialmente cuando se elimina la piel. La carne de pechuga es la más baja en grasas y calorías. La carne oscura de las aves (muslos y piernas) tiene dos o tres veces la cantidad de grasa de la carne de pechuga y 255 más calorías.
Es cierto que la grasa del pollo no está tan saturada como la carne de res, pero de todas formas no es una grasa buena. La grasa de la carne de pechuga es fácil de eliminar. Y mientras que el alto consumo de carnes roja y carnes procesadas ha sido relacionada con el incremento del riesgo de cáncer de cólon, y posiblemente otros tipos de cáncer, este vínculo no se ha encontrado en el caso de las aves.
Libre de hormonas y antibióticos
En contraste con la carne de res, es contrario a la ley utilizar hormonas en la cría de aves de corral (en granjas para fábricas u orgánicas) en EEUU. Los antibióticos se emplean a veces para evitar enfermedades, pero tienen que retirarse antes de sacrificar el animal, para que no queden residuos en la carne. La USDA inspecciona de manera rutinaria las aves en busca de residuos de antibióticos. La preocupación real es que el uso en exceso de antibióticos por la industria de carne y aves puede provocar bacterias resistentes a los medicamentos.
Contaminantes
La Salmonella y el Campyllobacter son dos variantes potencialmente mortales de bacterias presentes en la carne de pollo cruda. Son responsables de millones de casos de intoxicación y cientos de muertes cada año. La contaminación puede ocurrir en la granja o en cualquier paso del procesamiento, desde el sacrificio hasta el envasado.
Los consumidores no tienen otra defensa que la auto-protección: siempre cocine bien la carne de aves. Además, asegúrese de envasar la carne con envolturas impermeables, y que estas estén intactas en el mercado: nunca permita que los jugos de la carne contamine otros alimentos; use jabón y agua caliente para lavar todas las superficies y utensilios que entran en contacto con la carne de ave cruda, y lávese las manos cuidadosamente después de la manipulación. La mayor parte de los envases de la carne explican estos pasos.
¿Son los pollos orgánicos son más saludables que los que se pastorean?
No. Muchas personas pudieran suponer que estos llamados significan que son más seguros, pero un estudio del año pasado de la publicación Journal of Food Protection, encontró que en 14 patios de pollos libres, 64% de las muestras dió positivo de Salmonella, y en una el 100% estaba contaminado. No importa lo que diga el envase, o cuánto cueste el producto, todas las aves se pueden contaminar por bacterias que causan enfermedades.
Diferencia entre el pollo de granja y el orgánico
Todas las aves de corral se crían en granjas, por lo que el de granja de la envoltura dice poco o nada. De acuerdo con el National Chicken Council, las aves criadas en granjas a veces provienen de negocios pequeños o locales. Algunos detallistas o restaurantes pueden insistir en que se trata e suplidores locales. Sin embargo, el sello de orgánicode la USDA en la carne sí tiene un significado específico: los animales se criaron con piensos orgánicos en un 100%; no se usaron antibióticos y el bienestar del animal tiene que promoverse (una aclaración bastante rara). Sin embargo, los métodos de sacrificarlos son los mismos, sin importar cómo ha sido criado el animal, y ahí es donde se produce la mayor parte de la contaminación. El sello free-range -criados en libertad- significa que las aves tienen acceso a un espacio externo, mediante portales en las naves de crianza. Nunca salen al exterior, por lo que no debe imaginarlos paseando libremente por un gran patio. Los consumidores pueden pudieran pensar que estas aves han sido tratadas de forma más humana que los que se crían en las fábricas, o han tenido mejor alimentación, pero ese no es el caso, necesariamente. Los pollos pastoreados, que a veces se venden en mercados más exquisitos, también se crían en jaulas, pero jaulas sobre la hierba, y se trasladan de vez en cuando. No hay pruebas de que los pollos señalizados free-range o pastoreados tengan un mejor sabor, sean más nutritivos o reciban un tratamiento más humano que otras aves.
Conclusión
De todas formas, la carne de aves del mercado es un alimento seguro cuando se manipula y cocina adecuadamente. El pollo y el pavo, en particular la carne blanca y sin piel, son fuentes nutritivas de proteína sin grasa, y también menos costosa, cuando se compara con otros tipos de carne.