El sector automotriz dominicano saludó la innovación del presidente Luis Abinader de seleccionar un carro eléctrico como vehículo oficial, y expresaron su interés de que esta decisión marque el inicio de una verdadera transformación del parque vehicular que permita corregir las distorsiones que actualmente existen en el mercado.
Los concesionarios de vehículos nuevos, distribuidores oficiales de las marcas que se comercializan en el país, expresaron que se encuentran en una “delicada posición ante el futuro” producto de la de crisis mundial por la pandemia COVID-19 y la realidad de un mercado distorsionado en el que el volumen de venta de vehículos usados es desproporcionadamente superior al de los vehículos nuevos.
Esta industria, que es uno de los principales sectores económicos por su contribución fiscal y emplea más de 4,000 personas de manera directa y 18,000 de forma indirecta, lleva 9 años viendo cómo se reducen las ventas de vehículos nuevos ante la falta de políticas y normativas que permitan una competencia en igualdad de condiciones.
En el año 2019, según las estadísticas de importación de vehículos de la Dirección General de Aduanas, se importaron 3.5 vehículos usados por cada vehículo nuevo, envejeciendo sistemáticamente el parque automotor del país, con graves consecuencias ambientales, económicas y sociales.
La Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (Acofave) ha denunciado que esta importación y venta de los vehículos usados se realiza muchas veces sin apego a las normas establecidas, permitiendo maniobras fraudulentas que se traducen en una competencia desleal, burlando al fisco y la ley anti lavado de activos. Así mismo, el consumidor adquiere vehículos sin garantías, respaldo, acceso a repuestos o servicio técnico autorizado.
Aníbal Rodriguez, vicepresidente ejecutivo de Santo Domingo Motors expresó recientemente que: “se hace necesaria y fundamental una revisión de los apoyos que deberán colocarse para que el sector pueda reactivarse y reacomodarse frente a esta nueva realidad”.
Según datos de la DGII, el 46.4% del parque vehicular nacional está compuesto por unidades fabricadas previas al año 2000, con más de 20 años de uso produciendo una mayor contaminación.
“Para que se produzca un verdadero cambio en el sector automotor y apostemos a la movilidad eléctrica se hace urgente una exhaustiva revisión de las políticas existentes, que permiten que un mercado sobresaturado continúe llenándose de automóviles usados que muchas veces no cumplen con las normas mínimas”, expresaron los representantes de la industria.
De no tomarse acciones rápidas, la preocupante realidad que afecta a los vehículos a combustión promete repetirse con los vehículos eléctricos al importarse vehículos usados sin regulación ni representación en el país de las fábricas.
De ahí que la industria invita a las nuevas autoridades a identificar de manera conjunta un plan de acción que permita promover la movilidad eléctrica de manera sostenible, dando los pasos correctos para facilitar el ingreso oficial de modelos eléctricos y garantizar que el país cuente con las condiciones que exigen las casas productoras de vehículos.