POR FAUSTO ADAMES
La otrora próspera industria azucarera dominicana sigue la tendencia decreciente que comenzó a experimentar hace dos décadas, situación que se ha agravado con la virtual amenaza para la subsistencia del mercado azucarero nacional, por la entrada en vigencia del Acuerdo de Libre Comercio con los Estados Unidos (CAFTA-RD).

De acuerdo con el último boletín de la pasada zafra, elaborado por el Instituto Azucarero (INAZUCAR), la producción total del dulce obtuvo un ligero crecimiento equivalente al 3.44% en los últimos dos años, al aumentar de las 510,840 toneladas métricas logradas en el año 2003, a las 528,409 obtenidas en la pasada zafra.

No obstante, las exportaciones de azúcar y sus derivados al mercado prefrencial de los Estados Unidos registraron una ligera mejoría equivalente a un 8.1%, al aumentar de las 290,851 toneladas exportadas en el período enero-septiembre del 2003, a las 314,472 exportadas en el mismo período el año pasado, en tanto que el valor de las exportaciones obtuvo un decrecimiento de cerca del 1%, al descender de US$94.03 millones a US$93.25 millones. El último informe del INAZUCAR coincide con los datos del Banco Central, puesto que para la primera institución, en la pasada zafra la cantidad de azúcar producida creció un 2.15% en los últimos dos años, al pasar de las 517,244 toneladas métricas producidas en el 2002, a las 528,406 toneladas de azúcar producidas el año pasado.

Sin embargo, de acuerdo con los datos recopilados por el INAZUCAR, la producción de melaza bajó un 12.8%, al descender de los 43,691,252 galones producidos para el 2002, a los 38,105,361 galones obtenidos en la zafra pasada.

También, la cantidad de furfural producida decreció en 4.93%, al bajar de las 31,097 toneladas producidas en el 2002 a las 29,563 toneladas producidas el año pasado.

EXPORTACIONES

A pesar de que el volumen de las exportaciones de azúcar mostraron un ligero crecimiento en el período enero-septiembre del año pasado con relación al año anterior, según el “Informe de la Economía Dominicana”, elaborado por el Banco Central, las exportaciones de furfural registraron una caída equivalente al 22%, al desplomarse de las 29,570 toneladas exportadas en el período enero-septiembre del 2003, a las 24,299 toneladas exportadas el año pasado.

En cambio, las exportaciones de melaza registraron un aumento por el orden del 37.2% en el período analizado, al crecer de las 82,642 toneladas a las 113,379 toneladas.

De acuerdo con los últimos datos del INAZUCAR, paradójicamente la cantidad de caña molida subió ligeramente en 3.27% en el período bajo estudio, al crecer de los 5,152,499 toneladas métricas, a los 5,321,032 toneladas molidas para la pasada zafra.

EL AZÚCAR, CONTRASTE DE RD Y CENTROAMÉRICA

Sin embargo, de acuerdo con el informe “RD-CAFTA: ¿Qué hay para la agricultura dominicana?” elaborado por los economistas  Pavel Isa Contreras, Wagner Aquino Gomera y Miguel E. Ceara, la industria azucarera dominicana ha sido la gran perdedora del Tratado de libre comercio (TLC) firmado por el país con los Estados Unidos de América.

Esto así, a pesar de que el país tiene una cuota azucarera alta.

Sin embargo, después de Honduras, el crecimiento de la cuota para la República Dominicana es el menor.

La cuota de Centroamérica se multiplica por 2.1 en 15 años, mientras la de República Dominicana por 1.07.

También, de acuerdo con los economistas consultados, todos los países de Centroamérica ganan cuotas de mercado a costa de la participación del país.

Por tanto, esta nación requeriría más de 878 años para duplicar la cuota actual, según los economistas citados.

En síntesis, casi la totalidad del universo de las exportaciones dominicanas entraba libre de aranceles a los Estados Uñidos, mientras que la protección de los EEUU es muy selectiva.

Y a menos que esta protección selectiva sea un factor de constreñimiento fundamental de las exportaciones dominicanas, las ganancias del acuerdo en aranceles y barreras impositivas (AM) iban a ser, de entrada, muy reducidas.

Es decir, que en las negociaciones comerciales se llegó al acuerdo implícito que para productos protegidos se ofrece una apertura selectiva, lo que dejaría al sector azucarero como un gran perdedor de este tratado.

“¿Qué dimos a cambio nosotros?” Se preguntan los economistas. La respuesta está en la desgravación arancelaria de la República Dominicana para productos agrícolas y agroindustriales en el DR-CAFTA.

Entonces, “¿Cómo desgravaríamos nuestras importaciones agrícolas y agroindustriales de los Estados Unidos?” Vuelven a preguntarse. Esto se realizaría en cuotas libres de aranceles, crecientes y el desmonte arancelario gradual para importaciones fuera de la cuota de los 8 productos protegidos por la rectificación técnica.

Sin embargo, en el acuerdo, tal como fue pautado, de estos 8 productos, 4 salen del régimen de cuotas, 3 de ellos se “arancelizan”, mientras queda un sólo producto para la liberalización gradual. Es decir, un sólo producto se liberaliza inmediatamente de los 4 que quedan, en tanto que 3 tienen cuotas restringidas, mientras que en la liberalización gradual, un producto (el arroz) tiene una cuota alta de liberalización rápida. Luego quedan 14 productos con arancel de 20% o más que entran en cuotas restringidas que crecen anualmente, indican los economistas.