La deuda total a diciembre de 2009, sin incluir la deuda congelada, aumentó cerca de un 13% en comparación a la misma deuda existente en diciembre de 2008.

Los intereses correspondientes a la deuda no corriente o congelada fueron el componente de mayor incremento, lo cual da a entender que prácticamente no se hizo ningún abono en 2009 a los intereses de la deuda congelada no corriente general.

La deuda total con los generadores es mayor, ya que faltaría el monto (capital) de la deuda congelada. Según declaraciones del Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, la deuda al 8 de marzo con los generadores se sitúa alrededor de los US$300 millones. No se especifica si se refiere a la deuda corriente o a la deuda total incluyendo la congelada y los intereses acumulados. El cuadro  explica el por qué del aumento en la frecuencia e intensidad de los apagones, los cuales, sin lugar a equivocación, tienen sus orígenes en la deuda financiera corriente y no corriente que se arrastra con los generadores

Conclusiones: a) El sector eléctrico continúa inmerso en un proceso de involución.

b) El desempeño del sector eléctrico en el 2009 sigue mostrando y evidenciando la pésima gestión en el manejo de las distribuidoras, situación que lleva a que los niveles de energía comprada a los generadores haya disminuido ligeramente con relación al 2008 y se mantengan al mismo nivel del período 2001-2003, razón por la cual los apagones son más frecuentes, e intensos, lo que explica las quejas constantes y continuas de la población, a pesar de la insistencia de las autoridades de querer tapar el sol con un dedo.

c) El exceso de empleados en las empresas eléctricas estatales, a pesar de las medidas tomadas, sigue predominando y se mantiene como un factor que contribuye con el déficit financiero de las mismas.

d) El nivel de deuda que mantienen las distribuidoras con los generadores aumentó en diciembre del 2009 con relación a diciembre del 2008, lo que confirma que el origen y razón de los apagones es la crisis financiera originada por la incapacidad y mala gestión de las distribuidoras.

e) En el corto plazo no se vislumbra la instalación de nueva generación térmica eficiente (gas natural, carbón) que tienda a cubrir el incremento normal de la demanda, la cual se estima en alrededor de un 5% anual. Esta situación evidencia que el país está en el umbral (si no es que ya estamos) de que a la crisis financiera del sector se le añada la crisis por insuficiencia en capacidad instalada para poder satisfacer totalmente las necesidades de demanda de electricidad de la población, industrias, comercios. La situación se agrava con la salida del sistema interconectado de la planta de Monte Río (100 Mw), la cual se dedicará de manera exclusiva en unos dos años a suplir parte de la demanda eléctrica de la mina de la Barrick Gold en Cotuí y con la disminución de la capacidad que entrega la planta Sultana del Este al sistema interconectado, dado que en la actualidad está destinando la tercera parte de su capacidad instalada (50 Mw) a satisfacer las necesidades de electricidad del polo turístico de Bávaro-Punta Cana-Bayahibe, previéndose que en término de unos dos a tres años la capacidad instalada total (150 Mw) sea destinada exclusivamente al suministro de electricidad de esos polos turísticos. La segunda línea del Metro a ser concluida antes del 2012, representará un aumento importante en la demanda de electricidad. La conversión de la planta de Cogentrix (300 Mw) a gas natural está detenida en una especie de limbo debido a los reclamos que hace CDEEE por concepto de pagos por capacidad a Cogentrix, según declaraciones del vicepresidente ejecutivo de la CDEEE.

f) Las autoridades del sector eléctrico han anunciado en varias ocasiones que durante el 2010 los organismos multilaterales de financiamiento (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo), desembolsarán entre US$100 millones y US$150 millones para ser utilizados en inversiones en distribución y programas de reducción de pérdidas de las distribuidoras. Las cifras anunciadas lucen muy optimistas tomando en cuenta la historia de los desembolsos de préstamos de los organismos multilaterales que no son clasificados como de emergencia ni de desembolso rápido (los préstamos al sector eléctrico no son de emergencia ni de desembolso rápido), la cual demuestra que desembolsos de la magnitud anunciada para préstamos no de emergencia toma entre 3 y 5 años en materializarse, debido a los innumerables requisitos, procedimientos, licitaciones y trámites burocráticos que deben cumplirse antes de que se autorice cualquier desembolso. Las cifras anunciadas de desembolsos provenientes de los organismos multilaterales de financiamiento lucen que serán difícil de alcanzar en el 2010. A marzo del 2010 no se conoce del primer desembolso por parte de los organismos multilaterales de financiamiento.

g) Con las perspectivas de aumento de precios del petróleo, la mala gestión de las distribuidoras a pesar de los esfuerzos recientes, el 2010 se pinta como un año de aumento en la tarifa eléctrica y/o del subsidio directo, cero instalación de nueva generación y con el aumento natural de la demanda, tomando los resultados del 2009 relativos a la compra de energía por parte de las distribuidoras es previsible un aumento en la frecuencia e intensidad de los apagones a pesar de que las autoridades seguirán diciendo que satisfacen el 80 por ciento de la demanda.

La cifra

300 millones de dólares.  Es el monto de la deuda con los generadores eléctricos al 8 de marzo, según declaraciones del ministro de Economía.  Se cree que la deuda total  es mayor, ya que faltaría el monto  de la deuda congelada.

Zoom

Nuevas plantas

En el corto plazo no se vislumbra la instalación de nueva generación térmica eficiente (gas natural, carbón) que tienda a cubrir el incremento normal de la demanda, la cual se estima en alrededor de un 5% anual. La situación evidencia que el país está en el umbral  de que a la crisis financiera del sector se le añada la crisis por insuficiencia en capacidad instalada para poder satisfacer  las necesidades de demanda de electricidad de la población, industrias, comercios. La situación se agrava con la salida del sistema interconectado de la planta de Monte Río (100 Mw), la cual se dedicará de manera exclusiva en unos 2 años a suplir parte de la demanda eléctrica de la mina de la Barrick Gold en Cotuí y con la disminución de la capacidad que entrega la planta Sultana del Este al sistema interconectado, dado que  está destinando la tercera parte de su capacidad instalada (50 Mw) .