Sector Gascue lleno de historia que se desvanece en el tiempo

Sector Gascue lleno de historia que se desvanece en el tiempo

Los años en que Gascue se convirtió en el receptor de la clase alta y media alta, por sus mansiones con jardín, frescura, arboleda, amplitud de patios, calles y aceras anchas y seguras ya son historia.
Quienes tomaron las viviendas, que abandonaron los familiares y allegados a Rafael Leónidas Trujillo Molina a raíz del ajusticiamiento del dictador, también se fueron y los que quedan sufren ahora la embestida del caótico tránsito, la explosión comercial y las construcciones indiscriminadas.
El reportero gráfico y conocedor de la historia de ese emblemático sector, Onorio Montás, añora los años en que maroteaba frutas en los amplios predios de ese lugar antes del ajusticiamiento de Trujillo.

Expone que a raíz de la muerte de Trujillo, sus familiares y relacionados que habitaban Gascue abandonaron sus propiedades, las que fueron ocupadas por quienes les sucedieron y por personas de mucha notoriedad social.

Explica que a raíz de la Revolución de 1965, estos también iniciaron un proceso de abandono huyendo a la nueva morada del ensanche Naco, Piantini, Arroyo Hondo y ortos sectores aledaños, debido a las constantes revueltas que sucedían en el área.

Todavía en la actualidad existen algunas viviendas abandonadas, otras fueron rentadas y hoy existen muchas con letreros de “Se vende”, debido a que ya la tranquilidad dejó de ser el atractivo que dio valor al entorno.

Señala que a medida que fue transcurriendo el tiempo, en esa medida el tránsito se fue convirtiendo en una tortura, debido a la gran cantidad de vehículo que circulan por sus calles.

Además del tránsito, expone, la proliferación de establecimientos comerciales y oficinas públicas y privadas que han convertido a Gascue en una lugar inhabitable.

Precisa que esto ha traído como resultado que las calles se hayan convertido en espacios de estacionamientos de los empleados de los nuevos establecimientos, sin que las autoridades tomen medidas para controlar la situación.

Cita que, por ejemplo, en la calle Danae hay actualmente ocho viviendas en venta porque sus propietarios no soportan la explosión comercial y sus frentes invadidos, convertidos en estacionamientos.

A esto agrega las demoliciones de las casas antiguas para levantar apartamentos y torres, violando la normativa del lugar, ante la mirada indiferente de las autoridades locales y nacionales.
Inicia agresión. A Gascue la empezó a agredir el propio Gobierno desde los tiempos de la dictadura de Trujillo, cuando hicieron allí la Policía Nacional.

Luego Balaguer agregó a su lado oeste, la Plaza de la Cultura, pero ya estaba ahí la embajada de Estados Unidos.
Entonces hicieron la Maternidad en la zona inmediata y enfrente le pusieron una escuela secundaria o liceo (que ahora es el Museo Nacional de Historia y Geografía).

Así mismo esas “agresiones” por la presencia de diferentes oficinas del gobierno en Gascue se acompaña con un proceso de densificación habitacional.
Montás cita entre las residencias que habían en Gascue la del dictador Trujillo, donde funciona hoy la Biblioteca Nacional, que luego de la muerte de este estuvo ahí la Secretaría de Las Fuerzas Armadas.

Donde está hoy el Banco Central había una casa señorial donde vivían funcionarios de la época, en tanto que donde está hoy el museo de Historia Natural estuvo la casa de Manuel de Moya Alonso, quien fue secretario de Trujillo.
Asimismo, en el lugar que ocupa el Teatro Nacional era la residencia de Angelita Trujillo, pero a lo largo de la calle Pedro Henrique Ureña vivieron varios funcionarios de la dictadura.
Montás recuerda que donde funciona actualmente la Universidad Iberoamericana (Unibe) vivieron los hermanos Peña Batlle, quienes llegaron ahí desde San Carlos.
En la calle José María Heredia vivió el expresidente Jacobo Majluta pero en frente la Cochera, un lugar donde se reparaban coches, al tiempo que ahí se dejaban decenas de caballos pastando por la gran cantidad de terreno que había.

En la época no existían las calles Socorro Sánchez ni la Santiago porque toda esa zona formaba parte de los terrenos de La Cochera.

Asimismo, Negro Trujillo tenía su residencia donde está hoy el edificio de las Oficinas Gubernamentales y la Biblioteca Infantil, pero luego de la estampida de los Trujillo esta fue ocupada y se fundó el ensanche la Tablita.
Las propiedades que no fueron arrabalizadas, como la de Negro Trujillo, fueron ocupadas por funcionarios del Triunvirato y el Consejo de Estado, que sí las conservaron,
Una vivienda de una amante de Trujillo, en la doctor Delgado esquina Galván, fue ocupada por el abuelo del exministro de Defensa, Miguel Soto Jiménez, Miguel Angel Jiménez.
Según cuenta el arquitecto Omar Rancier, Doña Marcelle Pérez de Brown, en su libro “Gascue: Jardín Urbano”, dijo que no se previeron plazas o parques porque la idea era de una comunidad integrada a la naturaleza a través de los patios y jardines arborizados.

Por esa razón Gascue no tuvo ningún parque. Posteriormente se asocia con Gascue el Parque Ramfis, hoy Eugenio María de Hostos.

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