El viceministro de Suelos y Aguas del Ministerio de Medio Ambiente, Víctor García, dijo ayer que la canalización y adecuación de cauces que se han iniciado en algunos ríos deben continuarse bajo un modelo de canje de sedimentos, porque el Estado no cuenta con los recursos económicos para hacer frente a las mismas.
Dijo que los cauces de los ríos del país están sobre sedimentados en más de un 90%, lo cual constituye un alto riesgo para asentamientos humanos y tierras agrícolas ante fenómenos extremos de lluvias.
En cuanto a las acciones que ejecuta el ministerio para reducir la vulnerabilidad ambiental, García recordó que mediante decreto se creó la Comisión de Canalización, Adecuación de Cauces y Colas de Presas, compuesta por cuatro instituciones y que ese organismo ha estado operando con regularidad.
Recordó que esa comisión ha identificado 52 puntos como los más vulnerables a inundaciones y autorizó intervenciones en aquellos casos donde los estudios han sido completados. Puso como ejemplo la canalización de los ríos Yuna, Nigua y Ocoa (poblado Las Carreras), con excelentes resultados tras el paso de la tormenta Isaac, pues esas regiones no tuvieron problemas de inundaciones.
García apuntó que Las inundaciones son el fenómeno que genera más daños económicos y sociales a nivel global, ya que más del 50% de los desastres naturales en los que la población es afectada se deben a este fenómeno.
Dijo que cerca del 46% de las inundaciones registradas entre 1966 y 2000 en el país se concentraron en zonas urbanas importantes como el Distrito Nacional y varias ciudades del Cibao.
Recordó que en el país prevalecen variables que determinan la vulnerabilidad a inundaciones como la pobreza, la marginación e inequidad social, la degradación medioambiental y la escasa vinculación de la ciudadanía en la gestión del riesgo.
Señaló que en las últimas décadas, la vulnerabilidad a los impactos de las amenazas naturales ha aumentado en el país, especialmente como consecuencia de una expansión urbana rápida y desordenada.
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Gestión de riesgo
García señaló que es necesario redoblar los esfuerzos para impulsar una efectiva gestión de riesgos que conduzca a reducir o mitigar los impactos negativos que pueden causar los diferentes desastres naturales al país, y que para eso deben crearse vínculos entre la planificación del desarrollo, el uso del territorio y gestión anticipada del riesgo, además de gestionar los recursos económicos que son necesarios.