Es evidente que el proceso de negociación para la consecución del pacto eléctrico se encuentra en un momento de indefinición debido a la profunda falta de consenso en temas medulares que representan las razones únicas para el sector privado estar interesado en este proceso, a decir, que se le entregue la administración de las Empresas Distribuidoras de Electricidad, la Empresa Generadora Hidroeléctrica Dominicana, la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana y que a la vez se le complazca con la eliminación de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales CDEEE, así como otras agencias que igual que la Unidad de Electrificación Rural y suburbana UERS, realizan una importante labor en provecho de los segmentos vulnerables de la nación.

La parte del empresariado interesada en atrapar con sus garras al sector eléctrico es la misma que con sus cantos de sirenas logró encantar a ciertos litorales políticos para perpetrar el funesto proceso de despojo de las empresas eléctricas del Estado a través de la capitalización que desde la CREP dirigió Antonio Isa Conde y su séquito, claro está, con la venia política de quienes firmaban los decretos.

Ese es el mismo sector privado que hoy se encuentra descalificado para trazar las pautas eléctricas de la República debido, entre otras cosas, a que en varias ocasiones las autoridades le entregaron las riendas energéticas del país y fracasaron en cada momento. Tal es el caso del empresario Celso Marranzini, ficha representativa de ese segmento del empresariado dominicano y en cuya administración de la CDEEE el déficit anual del sector eléctrico pasó de aproximadamente 700 millones de dólares en el 2009 a cerca de mil 500 millones en el 2012 cuando fue destituido.

Todo esto ocurrió a pesar de disfrutar la administración del empresario Marranzini de un incremento en la tarifa eléctrica sin precedentes en la historia dominicana, alcanzando un alza que rondaba el 30 por ciento en su gestión de tres años.

La administración de Celso Marranzini en la CDEEE es la muestra más reciente y fresca que tenemos los dominicanos en la memoria como referente gerencial del sector privado en las empresas eléctricas estatales.