Representativos de sectores políticos y del transporte, así como el director del Consejo Nacional de Asuntos Urbanos, Joaquín Gerónimo, y Hamlet Hermann, primer director de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), se opusieron o plantearon objeciones ayer a la construcción de un metro soterrado en Santo Domingo. En cambio, el síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, dijo que está entusiasmado con la obra.

Hermann consideró que la oficina del Metro, que hizo la propuesta, se suma al desorden institucional que existe en el transporte, mientras el arquitecto Gerónimo consideró que es excesivamente alto el costo, aunque indicó que si es una decisión del gobierno lo apoyaría.

En tanto, la ex vicepresidenta de la República, Milagros Ortiz Bosch, consideró la obra inoportuna, y advirtió que podría producir dificultades económicas similares a las que enfrentó el ex presidente Hipólito Mejía cuando decidió invertir RD$7,000 millones en los Juegos Panamericanos lo que le impidió aplicar el nuevo sistema de seguridad social.

Mientras los voceros en la Cámara de Diputados de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) Ramón Agramonte, y del Reformista Social Cristiano (PRSC), Luis Emilio Reyes Ozuna, estimaron que es una «ofensa» invertir RD$20,000 millones en un metro subterráneo cuando existen tantas otras necesidades.

Salcedo afirmó  que el país tiene muchas prioridades en los órdenes social y económico, pero también el transporte es una de ellas.

Hermann, a su vez, dijo que es «una paradoja»  establecer un secretario de Estado para el metro en un país sin secretaría de Estado de Transporte y sin la intención de crearla y advirtió que ese rango “lo colocaba por encima de cualquier otro funcionario del fragmentado sector transporte». La AMET fue creada por el presidente Leonel Fernández en su administración entre 1996 y 2000.

Explicó que los estudios  para justificar la decisión de construir el metro se hicieron sin que los demás organismos vinculados al sector transporte participaran.

El diputado Agramonte, del PRD, advirtió que el metro es una paradoja cuando «aquí la mayoría de los ciudadanos tiene limitaciones para conseguir la comida.”

Asimismo, los sindicatos de choferes de transporte de pasajeros plantearon que el metro apenas resolvería el transporte para el 2% de los usuarios de la capital y no elimina el caos del congestionamiento vial.

Las centrales Nacional de Transporte (CONATRA) y de Transportistas Unificados (CNTU), y la Federación de Transporte La Nueva Opción (FENATRANO), descartaron que la tarifa real de ese servicio pueda mantenerse entre cinco y diez pesos como es en el sistema actual.

Gerónimo, director del CONAU, estimó que la solución al transporte masivo de pasajeros en la capital debe ser con autobuses articulados con capacidad de hasta 250 personas cada uno o un sistema de unidades en corredores exclusivos parecido a lo que se intentó hacer con los vehículos de la Oficina Metropolitana de Autobuses (OMSA).