BAGDAD (AFP).- Los enfrentamientos y atentados no conocieron pausa este domingo en Irak, donde un rehén fue liberado, mientras que en Londres, donde se reunió con su homólogo británico, Tony Blair, el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, afirmó que «sin ninguna duda» se respeterá la fecha de las elecciones previstas para enero próximo.

   Un grupo armado en Irak afirmó que había tomado como rehenes a 15 miembros de la Guardia Nacional iraquí, a los que amenaza con ejecutar si un dirigente chiíta, Hazem al-Araji, no es liberado en 48 horas, informó el domingo la cadena de televisión Al Jazira, que difundió una cinta de video sobre los rehenes.

   Las secuestros de extranjeros continúan, pero el jordano Alaa Thabet Lazim, rehén desde hace un mes, fue liberado gracias a una operación de la Policía y de la Guardia Nacional iraquíes cerca de Nasiriya (sur de Bagdad).

   Mientras tanto, según la Policía iraquí, una docena de camioneros turcos fueron asesinados o secuestrados el sábado y el domingo en la zona sunita del norte de Bagdad.

   En cuanto a los dos periodistas franceses secuestrados, el ministro francés del Interior, Dominique de Villepin, declaró «no poder confirmar» la autenticidad del comunicado atribuido al Ejército Islámico de Irak que anunciaba un «acuerdo» con vistas a la liberación de ambos, secuestrados hace un mes.

   En Londres los primeros ministros británico, Tony Blair, e iraquí, Iyad Alaui, declararon que cooperarían estrechamente para obtener la liberación del rehén británico Kenneth Bigley, secuestrado el jueves en Bagdad simultáneamente con dos norteamericanos.

   Iyad Alaui confirmó que «sin ninguna duda se respetaría el calendario de las elecciones (previstas) en enero de 2005».

   El grupo «Unificación y Guerra Santa» del islamista Abu Mussab Al-Zarqaui amenazó el sábado con matar en las próximas 48 horas al británico y a los dos estadounidenses -Jack Hensley y Eugene «Jack» Armstrong- si no obtenían a cambio la liberación de las mujeres iraquíes detenidas por la coalición.

   En Roma, el diario La Repubblica afirmó que las dos italianas secuestradas podrían estar en manos del mismo grupo de Zarqaui.

   En Irak, los actos de violencia y los atentados no conocieron tregua el domingo.

   Un general de la Policía iraquí, Fahdal al-Bakri, fue asesinado el sábado de noche por error en una ruta cerca de Hilla (100 km al sur de Bagdad) por disparos de soldados norteamericanos, que habían erigido una barrera, anunció un oficial de policía.

   Un grupo armado iraquí, el Ejército de Ansar al-Sunna, cercano a Al Qaida, anunció que había decapitado a tres kurdos iraquíes tomados como rehenes cerca de Taji, al norte de Bagdad, por haber trabajado para las fuerzas estadounidenses.

   La Policía de Kirkuk (norte) afirmó, sin embargo, que por primera vez había logrado desmantelar dos redes de secuestradores.

   Un alto funcionario de la provincia de Diyala resultó herido en un atentado cerca de Baaquba, al norte de Bagdad, su chofer fue muerto y cuatro de sus guardias heridos.

DECAPITAN TRES KURDOS

BAGDAD (EFE).- Un grupo radical iraquí anunció ayer que ha secuestrado y ejecutado a tres miembros del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), a los que acusó de colaborar con los «ocupantes» en Irak, mientras que al menos tres personas murieron en la explosión de un coche bomba en Samarra.

   En un comunicado colgado en una página en internet, el denominado «Ejército de Ansar al Sunna», afirmó que abandonó los cadáveres de las tres víctimas kurdas decapitadas en una carretera que conduce a la ciudad de Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad.

   Explica que las víctimas, originarias de la ciudad de Zajo, cercana a la frontera con Turquía, fueron secuestradas por un comando de la organización radical en una zona próxima a la localidad de Taji, al norte de la capital iraquí.

   Por el momento, se desconoce si estos tres asesinatos anunciados tienen relación con los tres cuerpos decapitados y con las manos atadas a la espalda encontrados la semana pasada en la cuneta de una carretera cercana a la localidad de Al Duyail, al norte de Bagdad.

   Entretanto fuentes militares norteamericanas informaron hoy de que al menos tres personas murieron y otras siete personas resultaron heridas, entre ellas cuatro soldados de EEUU, en la explosión de un coche bomba en la ciudad iraquí de Samarra.

   La deflagración del artefacto segó la vida de un civil iraquí, así como de un soldado de la Guardia Nacional y del propio suicida, según indicó el portavoz de la Primera División de Infantería de EEUU, el comandante Neal O»Brien.

   Cuatro soldados de la Primera División de Infantería y otros tres uniformados iraquíes sufrieron heridas de diversa consideración y fueron trasladados a un hospital militar en Bagdad para recibir los primeros auxilios, agregó.

   Se trata del primer ataque contra militares estadounidenses e iraquíes desde que el Ejército de EEUU recuperó hace diez días el control de la ciudad de Samarra, a unos 125 kilómetros al noroeste de Bagdad, después de más cuatro meses en poder de la insurgencia.

   En Bagdad, tres obuses de mortero impactaron hoy en la llamada «Zona Verde», donde se encuentran las embajadas norteamericana y británica, entre otras misiones diplomáticas extranjeras, así como la sede del Gobierno interino iraquí.

   A pesar de lo aparatoso del ataque, que causó grandes columnas de humo que se pudieron observar durante más de una hora, un portavoz del Ejército norteamericano aseguró a EFE desconocer el alcance del bombardeo, su origen o las consecuencias del mismo.

   Por otro lado, la Policía iraquí informó hoy del hallazgo del cadáver de un camionero iraquí secuestrado hace días en Samarra y de cuatro camiones turcos abandonados al norte de la capital iraquí.

   La fuente precisó que los cuatro vehículos, con matrículas de Turquía, «fueron atacados y destruidos esta mañana a la altura de Balad (a unos 75 kilómetros al norte de la capital). Estos camiones cubrían la ruta Bagdad-Mosul y todos sus ocupantes fueron asesinados».