México, (AP).-  La policía buscaba el martes a 27 trabajadores agrícolas secuestrados por decenas de hombres fuertemente armados que vestían uniformes estilo militar.

El procurador general del estado de Sinaloa, en el Noroeste del país, dijo en una declaración que los atacantes sacaron a los campesinos de sus camas el lunes antes del amanecer en una finca de hortalizas cercana a la capital estatal de Culiacán, y luego huyeron con los rehenes en una caravana de camionetas deportivas.

Las víctimas, todas ellas varones entre los 16 y 61 años, eran trabajadores que ganan menos de 10 dólares diarios.

El procurador estatal de Sinaloa, Alfredo Higuera dijo que se investiga el motivo del secuestro, aunque los medios de comunicación locales indicaron que un grupo de narcotraficantes quizá se los llevó para que trabajen en el cultivo de la marihuana.

Según la oficina de operaciones conjuntas entre la policía y el ejército en Culiacán, el dueño de la finca tiene relaciones familiares con Vicente Carrillo Fuentes uno de los presuntos líderes del cartel de Juárez.

El martes, 21 policías fueron arrestados en la ciudad noroccidental de Tijuana por su presunta colaboración con bandas criminales, dijo el procurador regional de justicia, Rommel Moreno. Dos de los policías pertenecían a las fuerzas estatales y el resto a las municipales, de acuerdo con las autoridades del estado de Baja California donde está Tijuana en la frontera con la ciudad estadounidense de San Diego, California.

Moreno se negó a suministrar detalles del caso por la delicadeza de la investigación.

En el poblado turístico de Rosarito, también en Baja California, fue arrojado el cadáver de un hombre de 28 años a un baldío. La víctima portaba una pistola cargada.

Según recuentos extraoficiales, alrededor de 3 mil personas han sido muertas este año en México en la violencia relacionada con el narcotráfico, pese a la campaña iniciada por el presidente Felipe Calderón contra el crimen organizado.