BOGOTA (AFP).- Un primo del presidente colombiano, Alvaro Uribe, fue liberado este sábado tras permanecer secuestrado durante cuatro horas por presuntos guerrilleros del ELN y pagar un rescate, una práctica que el mandatario rechaza por considerar que estimula ese delito.

El ganadero Germán Fernández fue retenido en una zona rural del municipio de Concordia, en el noroccidental departamento de Antioquia, por hombres armados y vestidos de camuflaje que dijeron ser miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), pero que la víctima identificó como delincuentes comunes.

«Mi libertad fue pagando, tuve que pagar para que me soltaran», dijo Fernández a periodistas tras su liberación, y agregó que sus captores lo trataron bien.

«Cuando les di la plata me soltaron», añadió. «De todas maneras hay que seguir adelante a ver si este país progresa. Necesitamos gente como el presidente (Uribe) a ver si lo logramos», afirmó en declaraciones a la cadena radial RCN.

Uribe confirmó la liberación durante un consejo comunitario en la occidental ciudad de Manizales y se limitó a decir: «Gracias a Dios fue sólo un susto».

Fernández relató que fue secuestrado cuando se dirigía a una de sus fincas en Concordia (450 km al noroeste de Bogotá).

«Iba hacia una de las fincas y me salieron, me pararon como si fueran del Ejército, estaban vestidos de camuflado, pero yo vi que no era el Ejército. Entonces me requisaron y me les volé, pero como iba en chancletas me alcanzaron, alcancé a correr como una cuadra», explicó el ganadero.

«Me dijeron que eran elenos (del ELN) pero yo no creo, más bien pienso que son delincuentes comunes», agregó.

Fernández, quien se expresó feliz por volver a estar reunido con su familia, fue sometido a una revisión médica en Concordia para verificar su estado de salud, pues sufrió algunos golpes cuando intentó huir.

Uribe rechaza el pago de rescates, por considerar que con ese dinero se financian nuevos secuestros.

Precisamente el martes último, al instalar las sesiones ordinarias del Congreso, el gobernante hizo un llamado para «derrotar el secuestro y para que los secuestrados regresen sin que su liberación implique fertilizar el delito».   

«Si mantenemos el secuestro en Colombia, quienes quieran escaparse del riesgo tendrán que vivir desplazados en el extranjero», aseveró entonces.

La polémica sobre el pago de rescates se reavivó tras la liberación, el pasado 13 de julio, de dos jóvenes que estaban desde hacía tres años en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que mantiene en cautiverio a su madre, la ex congresista Gloria Polanco.

Los jóvenes, de 18 y 20 años, fueron liberados tras el pago de una suma de dinero, a lo cual el vicepresidente Francisco Santos reaccionó señalando que no pagar era la mejor forma de acabar con el secuestro en Colombia, donde en el último lustro se mantuvo una media de 3.000 plagios por año.