PARÍS. AFP. Un sacerdote francés, Georges Vandenbeusch, cura de la parroquia de Nguetchewe, fue secuestrado la noche pasada en el norte de Camerún, anunció el jueves en París el ministerio francés de Relaciones Exteriores.

La zona «estaba formalmente desaconsejada a raíz del riesgo terrorista y del riesgo de secuestro», precisó el ministerio en un comunicado. «Con conocimiento de causa, el padre Georges había hecho la elección de permanecer en su parroquia para ejercer su misión», agregó.

Cuando fue secuestrado, Georges Vandenbeusch «se encontraba cerca de Koza, en el extremo norte de Camerún, a 30 km de la frontera con Nigeria», indicó el ministerio.

Francia «está realizando investigaciones para verificar las circunstancias y la identidad de los secuestradores» y «tomando todas las medidas, en relación con las autoridades de Camerún, para obtener su liberación», concluyó la cancillería.

El secuestro del sacerdote se produjo en la misma región en que siete franceses, miembros de la misma familia (incluyendo cuatro niños) fueron secuestrados en febrero pasado. La familia fue liberada finalmente a fines de abril.

Ese secuestro fue reivindicado por el grupo islamista nigeriano Boko Haram, activo en el norte de Nigeria, una región en la que desde hace años se registran atentados y asesinatos, violentamente reprimidos por las fuerzas nigerianas.

Los secuestradores de los franceses reivindicaron entonces la liberación de miembros de sus familias «presos en Nigeria y en Camerún».   Con el sacerdote secuestrado, el número oficial de franceses retenidos como rehenes en el mundo llega a ocho.

Cuatro franceses están secuestrados en Siria desde junio pasado, uno en Nigeria desde diciembre de 2012, y dos en el Sahel. De éstos, uno desde noviembre de 2011 y otro desde noviembre de 2012.