MEXICO (AP).- Miles de ciudadanos molestos y fuertes críticas del oficialismo fueron el resultado inicial de los campamentos instalados por militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en una de las avenidas principales de la ciudad para presionar por un reconteo de los comicios presidenciales, como insiste el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

El secretario general adjunto del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), César Nava, hizo un llamado al jefe de gobierno de la capital, Alejandro Encinas, para que ordene la remoción de los manifestantes que ocupan de manera ilegal las calles, mientras la policía no interviene.

«El jefe del gobierno del D.F. (Distrito Federal) hasta esta hora ha sido cómplice a la violación flagrante de la ley. Esperamos que modifique su conducta como jefe de gobierno’’, manifestó Nava en rueda de prensa.

Pero representantes del PRD dijeron a la prensa que mantendrán los bloqueos callejeros, aunque reconocieron que causan molestias a algunos ciudadanos por lo que pidieron solidaridad y comprensión.

«Con sinceridad pedimos disculpas, por la lucha por el país, por la lucha por la democracia y el respeto a la voluntad ciudadana, pero (esta batalla) tiene mayor prioridad que algunas molestias’’, dijo el coordinador de la campaña de López Obrador, Jesús Ortega.

Para el PAN «lo que están haciendo (los manifestantes) es secuestrar la Ciudad de México… nos parece un acto inadmisible que refleja un sentido factuoso y absolutamente despreciativo de la democracia’’.

El portavoz presidencial Rubén Aguilar, respecto al bloqueo de la Avenida Reforma y la calle Benito Juárez, aclaró que las autoridades federales no pueden inmiscuirse en asuntos del gobierno de la Ciudad de México —controlado por el PRD— a menos que éste lo solicite.

«Las policías federales actúan a solicitud de los gobiernos estatales. Si el gobierno de la Ciudad de México, en algún momento, solicita el apoyo de las fuerzas federales el Gobierno habrá de responder a esta solicitud’’, sostuvo Aguilar en una rueda de prensa.

Decenas de miles de automovilistas quedaron atascados por la mañana en las calles circundantes a la Avenida Reformas, mientras que la mayoría de los negocios, excepto los de comida, quedaron vacíos.

«Yo voté por él (López Obrador) pero que no me haga esto… Un día se aguanta, pero ya’’, reclamó Socorro Juárez, de 58 años, copropietaria de una estética, quien relató que, contrario a lo usual, no había atendido ni un solo cliente y dos de sus empleadas no habían podido llegar.

«Los que trabajan en una dependencia del gobierno pues le pagan el día… pero aquí que son arrendadores no me van a perdonar la renta’’, se quejó.

   Christian Badillo, un ingeniero civil de 25 años, atascado en un cruce cercano dijo que tardó una hora en recorrer el trayecto que en un día normal le toma unos 10 minutos y se aprestaba a llamar a su trabajo para explicar que llegaría tarde.

   Patricia Mejía, dueña de un negocio en un hotel cercano, también estaba atascada en su auto y a punto de llorar por la desesperación. «Nos partieron todo el día’’, declaró mientras el ruido de las bocinas a su alrededor empezaba a tornarse ensordecedor.

   El domingo López Obrador hizo un llamado a sus seguidores a mantenerse en «asamblea permanente’’, por lo que se establecieron carpas a lo largo del Paseo de la Reforma, desde el Castillo de Chapultepec hasta el centro de la ciudad en el Zócalo capitalino.

   El PRD impugnó los resultados de las elecciones del 2 de julio y le pidió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) el conteo uno a uno los 41,7 millones de sufragios que se depositaron en la urnas.

   En el cómputo final del conteo del Instituto Federal Electoral del 6 y 7 de julio le dio al oficialista Felipe Calderón una ventaja de 243.934 votos ó 0,58 puntos porcentuales.

   El tribunal tiene hasta el 31 de agosto para resolver las impugnaciones y proclamar al sucesor de Vicente Fox no más allá del 6 de septiembre.