Segunda vuelta electoral o figura en extinción

Segunda vuelta electoral o figura en extinción

La figura constitucional que se conoce como segunda o doble vuelta electoral, llamada en otras latitudes balotage, que data del 1852, se estableció en nuestro país hace alrededor de 20 años; sin embargo, solo en una ocasión hubo necesidad de recurrir a dicho procedimiento, y como van las cosas, muchos entienden que por ahora los mismos que hicieron énfasis en establecer dicho método, se están encargando de convertirlo en obsoleto.

El objetivo básico del balotage o segunda vuelta es procurar que quien ocupe la primera magistratura del Estado lo logre con más del 50% de los votos emitidos. Es decir, que si participan tres fuerzas políticas sin existir la doble vuelta, uno de ellos podría ganar obteniendo 40% o menos, si el segundo candidato logra 35% y el tercero obtiene 25% de los votos. Y si participan más de tres partidos o agrupaciones, las votaciones podrían ser más repartidas y ganar alguien con un 35% como ha sucedido. Entonces se consideró necesaria la segunda vuelta entre los dos más votados.

Pero ocurre, que los mismos actores que se encargaron de presionar para que se estableciera, entendiendo que era más democrática, en los últimos tiempos promueven la creación de dos frentes electorales. Incluso hay quienes llegan a criticar y hasta descalificar a quienes no entren en uno de los dos frentes. O sea, que queriendo la doble vuelta procuran que sea innecesaria, pues para muchos que la promovieron se convirtió en un espectro.

No se trata ahora de promover el surgimiento de fuerzas alternativas a fin de que en las elecciones venideras puedan participar tres o cuatro candidatos, sino, simplemente recordar que cuando se creó la figura de la doble vuelta, fue partiendo de la posibilidad o la conveniencia de que el país contara con más de dos posibilidades electorales, puesto que si se hubiesen proyectado para que solamente existieran dos partidos, dos bloques o dos candidatos, no se habría legislado en ese sentido. Pero la implementación de la doble vuelta electoral también implica un modelo diferente de estructuración partidaria, no solamente para que los presidentes obtuvieran más del 50%.

Como van las cosas, en las elecciones del 2016 posiblemente solo participarán dos candidatos, uno que encabeza la propuesta del PLD y varios aliados, y la otra que agrupa o pretende agrupar a la oposición. Y en el caso hipotético de que algún otro aspirante no entre en uno de los rediles establecidos, podría quedar estigmatizado por los que promovieron la necesidad de la doble vuelta, y que ahora quieren evitarla. Pero, como dicen los vendedores de seguros, es preferible tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo.

De todas maneras en más de 20 años de existencia de la doble vuelta, solo en 1996 hubo necesidad de recurrir a ella. Y qué bueno, porque en cierto modo, como ocurre con los seguros de salud, aunque muchos lo posean, pocos quieren hacer uso de el. Y si todo sigue así, la doble vuelta irá rumbo a la extinción.

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