Segundo debate Bush y Kerry
será despiadado

Segundo debate Bush y Kerry <BR>será despiadado

WASHINGTON (AFP) – George W. Bush y John Kerry preparan sus municiones para el segundo debate televisado del viernes, que promete ser virulento, con un endurecimiento de ataques personales lanzados por el presidente saliente contra el candidato demócrata.

   Decenas de millones de estadounidenses seguirán seguramente por televisión el segundo enfrentamiento, en el que las expectativas serán muy diferentes para los dos candidatos a la presidencial de noviembre.

   Para Kerry, se trata de confirmar lo exhibido en el primer debate, donde logró establecer su credibilidad como «comandante en jefe» militar, consolidar sus tropas y absorber la ventaja que en lo previo daban los sondeos a Bush, según la opinión unánime de la prensa y expertos.

   «Los dos próximos debates serán para nosotros más difíciles que el primero», admitió sin embargo este jueves Mike McCurry, uno de los principales consejeros de Kerry en Englewood (Colorado, oeste), donde el candidato se encerró para prepararlos.

   «Nos jugamos todo al primero. Pero probablemente tengamos más para perder» en el debate del viernes, arbitrado por electores en Saint-Louis (Missouri, centro) y en el último, el 13 de octubre.

   El campo demócrata teme que los medios de comunicación privilegien en la noche del viernes el desempeño de Bush a fin de mantener el interés del electorado para el último debate, retransmitidos por las principales cadenas de televisión, afirma McCurry.

   Puesto a «la defensiva» por Kerry el 30 de setiembre, Bush decidió contraatacar con brío. Se prepara para el segundo debate endureciendo considerablemente su discurso contra el demócrata e insistiendo sobre sus divergencias ideológicas con él.

   Utilizando un humor ácido, Bush presentó al senador por Massachusetts (noreste), como incapaz de garantizar la seguridad de los estadounidenses a causa de su carácter «débil e indeciso». También lo trató de «miembro más a la izquierda del Senado» y partidario incorregible de los «aumentos de impuestos».

   El debate se realiza sin embargo luego de una semana difícil para el presidente, confrontado a un cúmulo de declaraciones -algunas incluso de sus colaboradores- e informes que cuestionan la existencia de armas de destrucción masiva en Irak antes de la guerra y de lazos entre el luego derrocado régimen de Saddam Hussein con la red terrorista al-Qaida.

   Publicado el miércoles, un informe de un millar de páginas del jefe de inspectores estadounidenses en Irak, Charles Duelfer, confirmó así que Irak no era una amenaza para Estados Unidos antes de la invasión en 2003.

   En este contexto sensible, Bush reitera que el mundo es «más seguro sin Saddam Hussein» y que Washington no le podía dar la posibilidad de armar a «grupos terroristas».

   Uno de los temas a abordar el viernes será el empleo, unas horas después de la publicación de las cifras de setiembre, que según los analistas, se anuncian positivas.

   Pero si bien la atención de los medios se concentra en los debates, la campaña se juega Estado por Estado, los dos campos concuerdan en que «cada voto cuenta» en esta reñida elección indirecta en la que los grandes electores de cada Estado darán la victoria a uno u otro candidato.

   De un mínimo de 270 grandes electores necesarios para ser electo, Bush contaría con 208 y Kerry 207, el resto, proveniente de 11 Estados, entre ellos Florida, Pensilvania y Ohio, podría inclinarse para cualquiera de los dos, según las proyecciones de la intención de voto realizadas esta semana por expertos del centro de análisis Cook Political Report.

   Una encuesta divulgada el martes por la cadena Fox News daba una leve ventaja a Bush sobre John Kerry, con 47% de las intenciones de voto contra 45%, mientras otra de The New York Times/CBS daba un empate técnico en 47%.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas