PARÍS. El tráfico ferroviario seguía perturbado el jueves en Francia por segundo día consecutivo y los sindicatos del sector, recibidos por la mañana por el gobierno, exigieron una revisión del proyecto de ley sobre la reforma ferroviaria que desató el conflicto.

Antes de reunirse con el secretario de Estado de Transportes, Frédéric Cuvillier, el dirigente del sindicato CGT-ferroviarios, Gilbert Garrel, condicionó el cese de la huelga a un aplazamiento del proyecto de ley, que el parlamento empezará a examinar la semana próxima.

Aunque la compañía ferroviaria francesa SNCF dio cuenta de una «mejora» el jueves por la mañana, el tráfico seguía perturbado, en particular en la red de cercanías de París, utilizada por tres millones de usuarios diariamente.

En las líneas de larga distancia, la huelga afecta el tráfico con España. En cambio las conexiones con Gran Bretaña y Alemania son prácticamente normales.

Al igual que la víspera, los huelguistas se reunieron en asambleas generales el jueves y decidieron prolongar la huelga el viernes, informaron los sindicatos.

Los sindicatos se oponen al proyecto de reforma del sector ferroviario, destinado a reducir su deuda y a preparar su apertura total a la competencia.