Carlos Peña 
Desde el punto de vista de Generación de Servidores, el segundo lado del pentágono de la seguridad multidimensional que contiene el círculo de la felicidad ciudadana, es la seguridad alimentaria, con lo cual establecemos que ésta es imprescindible para que el ciudadano pueda alcanzar el nivel de felicidad que depende de las políticas públicas, pues es bueno recordar que existe otra felicidad que trasciende lo material y se coloca en el plano de la espiritualidad.
Seguridad alimentaria es el derecho que tienen las personas a disponer en cualquier momento de los alimentos, cuantitativa y cualitativamente necesarios y suficientes para satisfacer sus necesidades nutricionales.
El concepto seguridad alimentaria va de la mano con el principio de soberanía alimentaria, pues este último consiste en la facultad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria, aunque esto implique la protección del mercado local contra los productos importados.
Para alcanzar plena seguridad alimentaria en República Dominicana es necesario devolverle al productor agropecuario las razones para que se quede en el campo, que vea la tierra y sus animales como aliados suyos y no como enemigos que le empobrecen más y más.
Una de las medidas que aferrarían al productor agropecuario a sus medios de producción, es la eliminación de las estructuras de intermediación que sin producir absolutamente nada, retienen por lo menos el ochenta por ciento de los beneficios provenientes de la cadena de producción y comercialización de esos productos. En cambio, proponemos que a través de las agencias del Estado, el gobierno adquiera directamente del productor toda su cosecha, le sea pagado inmediatamente y sea el aparato público quien proceda a vender los referidos productos.
A esa medida, sería más que necesario agregarle un compendio de compensaciones en favor de los productores agropecuarios de la nación.
