El jefe de la policía ha planteado en varios momentos que la delincuencia amenaza la gobernabilidad y la democracia. ¿Por qué no se da cuenta de que la violación del derecho a la vida e integridad de la ciudadanía (accionar común de la policía nacional)  amenaza la gobernabilidad y la democracia?

La gobernabilidad necesita fortalecimiento de la cohesión social en una sociedad, siendo clave la promoción de relaciones de confianza hacia las autoridades. La desconfianza e inseguridad incrementa el miedo, la violencia, aumenta el porte de armas, los linchamientos y debilita el sistema de justicia.

El estudio de ODH-PNUD-SEEPYD muestra la gran desconfianza de la ciudadanía hacia la policía nacional, esto se confirma en la encuesta Gallup-HOY donde más del 60% de la población encuestada así lo expresa.

¿A qué se debe la desconfianza en la policía nacional?

Los principales factores según diversos estudios son: 

1. Los vínculos entre la policía nacional y las redes delictivas.

En el estudio “Jóvenes, Delincuencia y Drogas” así como en otros estudios y reportajes que presentan los medios de prensa se evidencia claramente el involucramiento de agentes de la policía nacional en redes  delictivas.

2. “Intercambios de Disparos” y “Operativos” dos estilos que sustituyen la investigación judicial por la ejecución de ciudadanos comunes.

Las ejecuciones policiales son continuas y cotidianas desde el 2004. Actualmente la sociedad dominicana está escandalizada porque las víctimas recientes tienen nombre y apellido, son de clase media y tienen testigos dispuestos a declarar. La policía nacional ha establecido la pena de muerte como método investigativo violando los derechos humanos, la Constitución y la autoridad del poder judicial. Estilo solo pausible en las dictaduras.

3. Ejercicio de torturas hacia personas encarceladas.

El uso de las torturas en las cárceles y destacamentos es común. Muchas personas en entrevistas y reportajes describen los distintos métodos de torturas que reviven la época de la dictadura trujillista y balaguerista, presente en la forma de actuar de nuestra policía nacional.

Todo este ejercicio de violencia, represión y violación de los derechos de las personas crea un clima de miedo y de inseguridad en la ciudadanía hacia la policía nacional. La jefatura de la policía nacional es la principal responsable de este estilo violento y violatorio de la vida, ha establecido la lógica del “cirujano” y del asesinato típico de dictaduras. Junto a ella el Poder Ejecutivo que ha mantenido esta jefatura durante dos períodos consecutivos. La policía nacional debe cambiar su estructura interna y su abordaje del control de la delincuencia hacia un respeto a los procesos judiciales, a los derechos humanos y  la protección de la ciudadanía.