Uno de los lados del pentágono de la seguridad multidimensional que contiene inscrito el círculo de la felicidad ciudadana, es la seguridad ciudadana, que consiste en el conjunto de condiciones necesarias para que la persona desarrolle todas las actividades propias de su vida con plena libertad y garantías de conservación de su integridad física y emocional, con paz social y total protección preventiva y correctiva ante daños provenientes de terceros.
No puede haber felicidad ciudadana sin seguridad ciudadana, pues ésta es el clima donde las demás integrantes del pentágono de la seguridad multidimensional se desarrollan.
La falta de seguridad ciudadana se proyecta en la sociedad dominicana con manifestaciones tales como robos, atracos, sicariatos, secuestros, homicidios, etc. Sin embargo, es importante señalar que detrás de cada una de estas expresiones de la falta de seguridad ciudadana se encuentra uno o varios Ejes Coincidentes en los actos delictivos, que son: Participación de motocicletas, Participación activa o pasiva de agentes policiales, Uso de armas de fuego, Participación de personas con conocida carrera delictiva, Personas necesitadas de inclusión social y Vacío espiritual.
La seguridad ciudadana impacta de manera directa la vida individual y colectiva de los pueblos, cambia las costumbres y hábitos de los ciudadanos, reduce y aleja las inversiones públicas y privadas afectando así la economía de tal manera que en ciertas regiones como Centroamérica, produce pérdidas que rondan hasta el cinco por ciento de su producto interno bruto.
El hecho de ser República Dominicana parte de una isla, por demás pequeña, resulta inaceptable el ambiente de inseguridad ciudadana que se vive en la nación, pues lo limitado de nuestro territorio y lo pequeña de nuestras costas, brindan condiciones favorables al establecimiento de una seguridad ciudadana que también pueda ser presentada como un atractivo para que tanto los nacionales como los extranjeros quieran vivir en el país.