WASHINGTON. AFP. Una serie de medidas de seguridad sin precedentes ha caído sobre la capital estadounidense ante la juramentación de Barack Obama como presidente el martes, y se espera que el nivel de amenaza contra el primer presidente negro del país se mantenga elevado mucho más allá de su toma de mando.
Más de 12,500 soldados y reservistas militares, miles de policías metropolitanos al igual que personal de 57 departamentos de todo el país llegarán a Washington para proteger la ceremonia -y a Obama- de cualquier ataque terrorista el martes, indicaron funcionarios.
Con estimaciones de que la cifra récord de dos millones de personas asistirá a la ceremonia de juramentación, el Departamento de Seguridad Interior considera la juramentación de Obama un acontecimiento de seguridad nacional especial.