El presidente Danilo Medina anunció que para este miércoles 20 informará al país en relación a un demoradísimo Plan de Seguridad Nacional que ninguno de sus predecesores asumió la responsabilidad de ejecutar.
Ese demoradísimo Plan de Seguridad Nacional no fue posible ejecutar nunca por dos razones, la primera, que no encontró eco sensible en ningún gobernante y la segunda que ninguno de ellos dispuso de un ministro del Interior con suficiente capacidad y visión social. No hay otra. ¿O la hay?
El anunciado Plan de Seguridad Nacional fracasaría de no iniciar el proyecto reformando la ley 36-66 de Porte y Tenencia de Armas de Fuego, de manera que solo se permita la tenencia y no el porte, a absolutamente nadie, ni legisladores, políticos, funcionarios públicos y solo a policías y militares en ejercicio de sus funciones.
Debe recordar el presidente Medina que la Ley 36-66 la promulgó el presidente Héctor García Cáceres en el gobierno de transición a organizar unas elecciones luego de la traumática guerra civil de abril l965, cuando apenas éramos dos millones de habitantes y recién iniciaba la tragedia de las drogas que trajeron los marines de la 82 División de Airborne.
Hoy somos unos diez millones de habitantes, el país está cundido de drogas, y todos los traficantes disponen de armas, algunas de superior potencia de las FFAA, PN y DNCD.
Por ahí es que entiendo debe empezar el presidente Medina a conformar el Plan de Seguridad Nacional para que produzca los resultados certeros que sus paisanos esperamos de su administración, idéntico a otras vertientes cruciales.