Las proyecciones apuntan que si no se realizan cambios en el sistema de seguridad social de Estados Unidos, a partir de 2035 estas reservas se agotarán y ya no se podrá pagar los planes de forma completa.
De este modo, el fondo el Old-Age and Survivors Insurance (OASI, por sus siglas en inglés) desembolsará a tiempo todos sus compromisos hasta 2034. Por su parte, el fondo el Disability Insurance Trust Fund (DI, por sus siglas en inglés) lo hará hasta 2052, dos décadas más tarde de los previsto anteriormente dada la caída en las aplicaciones e incidentes.
Así está proyectado en el último informe anual que elaboran los tesoreros de los programas de Seguridad Social y el servicio de salud Medicare en Estados Unidos ofrece un panorama sombrío sobre las finanzas de ambos.
Según señalan los autores del documento publicado el lunes, ambos programas enfrentan «un déficit de financiación a largo plazo en virtud de los beneficios y la financiación actual». Una situación que comenzará a pasar factura tan pronto como el próximo año, en el caso de la Seguridad Social, cuando sus costes superarán los ingresos por primera vez desde 1982, dos años más tarde de lo previsto en el informe anterior. Durante los 84 años de historia, la Seguridad Social estadounidense ha recaudado cerca de 21,9 billones de dólares y desembolsado alrededor de US$19 billones, dejando sus reservas a finales de 2018 en los US$2,9 billones.

La jubilación, en vía de extinción en EEUU: el 20% de los trabajadores mayores de 65 años no se pueden permitir dejar de trabajar.
A partir de 2020, no quedará más remedio que acceder a la hucha de casi 3 billones de dólares con las que cuentan los dos fondos que componen el sistema a este lado del Atlántico: el OASI, centrado en las pensiones, y DI que costea los programas de discapacidad.

El informe señala que el fondo de seguro hospitalario del Medicare, programa que ofrece atención médica a mayores de 65 años y discapacitados, se agotará en 2026, notando así la bajada de los impuestos sobre la nómina. «A pesar de la suposición de una desaceleración sustancial del crecimiento del gasto en salud per cápita, las proyecciones indican que el Medicare todavía enfrenta un déficit de financiación importante que deberá ser abordado con más legislación», recomiendan los tesoreros que supervisan tanto la Seguridad Social como el Medicare. Como porcentaje del PIB, el coste anual de la Seguridad Social ascenderá del 4,9% en 2019 hasta el 5,9% en 2039 mientras que los costes del Medicare aumentarán del 3,7% al 5,7% en 2035. Este año, el coste combinado será del 8,7%, un porcentaje que incrementará hasta el 11,6% en 2035.