El reverso de contar en el país con los avances más sofisticados en materia de neurocirugía es que esos procedimientos no están al alcance de la mayoría de la población, porque no tienen cobertura en el Sistema Dominicano de Seguridad Social.
Las intervenciones quirúrgicas no invasivas, con las que se tratan con altos niveles de efectividad patologías cerebrales de distintas índoles, no están incluidas en el Plan Básico de Salud, lo que evidencia las exclusiones socioeconómicas de la seguridad social dominicana.
Esos planteamientos fueron expuestos por el neurocirujano Orlando Bidó Franco, quien lamentó que el sistema de seguridad social no esté a la par, en materia de cobertura, con los avances científicos que están disponibles para beneficio de la población.
“Lamentablemente, el sistema de seguridad social dominicano fue copiado de otros países, Colombia y Chile, y no hubo una adecuación a las necesidades nuestras.
“Ha habido un acceso de la población a los tratamientos y a los centros donde se dan los tratamientos, pero entiendo que el modelo es perfectible, y dentro de ese perfeccionamiento debe haber un acápite para incluir los tratamientos emergentes.
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“La medicina va avanzando, y va mucho más rápido de lo que los sistemas de cobertura avanzan”, refirió el especialista en neurocirugía funcional y estereotáxica.
El doctor Bidó Franco relata que en una ocasión laboró en un hospital donde se suponía iba a ofrecer atenciones a pacientes de escasos recursos, pero como los procedimientos disponibles no están incluidos en el catálogo del Plan Básico de Salud no podían pagarlos por cuenta propia.
La imposibilidad de aplicar las técnicas que la neurocirugía funcional permiten terminó desestimulando al especialista, y apenas pudo hacer algunos procedimientos por la falta de insumos en el centro asistencial.
Desde el 2007, cuando arrancó la seguridad social, no se ha hecho una revisión exhaustiva del catálogo de servicios, prestaciones y procedimientos del Plan Básico de Salud.
Tecnología disponible
Los avances de la neurocirugía, con el soporte de la tecnología, permiten llegar a estructuras profundas del cerebro, sin necesidad de abrir el cráneo, porque se trata de intervenciones no invasivas.
Una de esas herramientas es la radiocirugía con Gamma Knife, una intervención con radiación que se aplica directamente en la zona afectada sin dañar áreas colaterales.
“Hacer procedimientos como los que estamos hablando implica insumos que van más allá de la voluntad del paciente y la formación del médico para tratarlo.
“Para poder hacer estos procedimientos hay que tener, además de las especialidades de neurocirugía, una subespecialidad en neurocirugía funcional, y una serie de equipos que uno adquiere porque ningún centro médico invierte en eso”, refirió el neurocirujano que se especializó en Brasil y en los Estados Unidos.
Los costos
Aunque el doctor Bidó Franco prefirió no entrar en detalles sobre los costos de determinados procedimientos, afirmó que eso dependerá del profesional que preste las atenciones médicas.
Pero un solo ejemplo, aportado por él, permite establecer los altos costos de las intervenciones no invasivas, que las hacen inalcanzables para los segmentos económicos medios y bajos.
“Fácilmente a un paciente se le van 200,000 o 300,000 pesos para hacerse una toma de muestra para biopsia, entre lo que va de honorarios, uso de equipos, internamiento. Pero va a tener un diagnóstico más preciso, y con menos riesgo”.
Las tarifas no están indexadas
Firme posición
- El doctor Orlando Bidó Franco expresó que los especialistas en neurocirugía no están afiliados a las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS), porque las tarifas que pagan no están adaptadas a la realidad económica actual.
- En el año 2008, siendo Bidó Franco presidente de la Sociedad de Neurología, se diseñó una tabla de tarifas con la pretensión de que fuera aprobada por las ARS, pero la propuesta solo fue aceptada por la estatal SENASA y otras más.
- Las ARS prefirieron hacer acuerdos particulares con médicos, en vez de actualizar el pago por servicios prestados a esos especialistas, afirmó Bidó Franco.
- “Esa tarifa no ha sido cambiada en 14 años. Todavía las ARS pagan por consulta algo menos de lo que usted le paga a su estilista: 300 pesos, menos el 10% dentro del tiempo que se paga. Estamos hablando de 270 pesos que habrá personas que lo dan de propina, y eso mete a los médicos en la ilegalidad al solicitar copagos por encima de lo autorizado, entonces somos los malos de la película”.