La seguridad social como uno de los lados del definido pentágono de la seguridad multidimensional juega un papel de carácter protagónico en el alcance de la felicidad ciudadana, pues es la garante del desarrollo y disfrute de ciertos derechos fundamentales de la persona como lo es la salud, la protección materno infantil, el cuidado de los adultos mayores, viudas, madres solteras, huérfanos, desamparados sin albergue ni hogar, a los desempleados, así como todo lo relacionado con un sistema de pensión digno para las personas, etcétera.
No existe felicidad ciudadana sin una seguridad social que responda a las expectativas de la población y es por eso que debemos abordar en primer orden el aspecto relacionado con la salud como una de las patas principales de todo sistema de seguridad social.
En lo que concierne a la salud en República Dominicana La Ley General de seguridad social crea las administradoras de riesgos de salud o ARS, que en términos reales han operado como simples intermediarias entre el paciente o afiliado y la prestadora de servicio.
La función de las administradoras de riesgos de salud ha resultado un gran fracaso en detrimento de la salud del pueblo dominicano, pues tan sólo han servido para sacar dinero de ese sector y colocarlo en cuentas privadas y particulares. Es en ese sentido que desde Generación de Servidores hemos arribado a la conclusión de que toda solución al problema de la salud del pueblo dominicano debe pasar necesariamente por la eliminación pura y simple de todas las administradoras de riesgos de salud privadas del sistema.
Igual situación ocurre con el sistema de pensiones, pues con la creación de las administradoras de fondos de pensiones o AFP, el sistema de seguridad social entrega a éstas importantes volúmenes de dinero cada año producto de su papel de intermediación.