En los últimos seis años las autoridades dominicanas han detectado igual cantidad de casos de avionetas venezolanas que realizaban operaciones ilícitas desde aquí y hacia esa nación.
El último caso, que aun no ha sido debidamente esclarecido, ocurrió el sábado de la semana pasada, cuando una avioneta de matrícula venezolana salió desde Puerto Plata hacia Barahona y se desvió a Venezuela.
En el 2018 los organismos nacionales encontraron una avioneta carbonizada en el batey Cacata, de La Romana, por lo que las autoridades presumen que fue incendiada por sus ocupantes tras un viaje ilícito. La matrícula era venezolana.
En ese mismo año en una inhóspita zona de Barahona las autoridades encontraron otra avioneta venezolana abandonada. Aunque abrieron una investigación, los resultados nunca se dieron a conocer.
El año pasado, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), con el apoyo del Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (Cesac), decomisaron en una aeronave venezolana, un millón 378 mil 178 dólares.
La avioneta pretendía salir del Aeropuerto de La Romana con destino a Barcelona, Venezuela. Era piloteada por los venezolanos Claudio Alejandro Génova y Jonathan Luciano del Valle y llevaba como pasajera a Estela Gómez Sánchez.
También el año pasado, en la autovía del Este, se produjo el aterrizaje de otra avioneta de matrícula venezolana pero sus ocupantes nunca aparecieron.
En mayo del año pasado fueron detenidos en Puerto Plata los pilotos Oswaldo Enrique Blislick, de nacionalidad venezolana y el mexicano Daniel González Moreno, cuando pretendían salir en una avioneta hacia la Isla de Granada con documentos falsos.
Blislick es el mismo piloto que el sábado pasado voló una avioneta desde Puerto Plata hasta Venezuela, precipitándose en el Lago Maracaibo.