LIMA (AFP).- Al menos seis personas de la localidad de Aguas Calientes (Perú, sudeste) murieron este sábado tras dos avalanchas de lodo y piedras que además dejaron aislados a 1.500 turistas en la cercana ciudadela incaica de Machu Picchu, informó Héctor Olivera, funcionario municipal de Machu Picchu.

Las víctimas son moradores que perecieron al ser arrasadas 15 viviendas en la madrugada por los deslizamientos provocados por intensas lluvias. Además, los siniestros dejaron 60 damnificados y afectaron la vía férrea que conduce a la ciudadela incaica, donde quedaron aislados los turistas, peruanos y extranjeros.

Entre los fallecidos no hay turistas, dijo Olivera, que precisó que los cadáveres fueron encontrados en el cercano poblado San Miguel, a orillas del río Vilcanota, cerca a Machu Picchu.

Brigadas de socorro continúan las labores de búsqueda, ya que inicialmente se informó de 11 personas desaparecidas y seis heridos a raíz de los aludes y el desborde del río Alcamayo. Fuentes de Defensa Civil dijeron que se desconoce por el momento si las víctimas eran parte de los 11 reportados desaparecidos.

Aparte de las fuertes lluvias que caen en la zona en esta época del año y que debilitan los cerros, se desbordó el río Alcamayo, cuyo caudal aumentó significativamente, explicó el presidente Alejandro Toledo, quien se encuentra en el Cusco, departamento donde está localizado Machu Picchu.

El presidente Regional del Cusco, Carlos Cuaresma, dijo que las víctimas vivían en la zona de Aguas Calientes, donde cayó la segunda avalancha destruyendo viviendas y elevando el caudal del río, que arrasó sembradíos.

La ciudadela pétrea de Machu Picchu está enclavada en una zona de ceja de selva unos 150 km al este del Cusco, y sólo se llega a ella por vía férrea y por vuelos de helicóptero. Estos últimos están restringidos para no dañar el ecosistema de la zona.

Aguas Calientes es el poblado al que llega la vía férrea, y está ubicado al pie de una montaña en cuya cima queda la ciudadela incaica.

El primer alud destruyó 200 metros de la vía férrea, aislando a unos 1.500 turistas que pasaban la Semana Santa en Machu Picchu, dijo Aurora Trato, portavoz de Perú Rail, empresa que administra el servicio de trenes entre Cusco y Machu Picchu.

El presidente Toledo estaba en la zona con un equipo de los canales de televisión Travel Channel y Discovery Channel cuando se produjeron las avalanchas que cayeron la madrugada del sábado, pero no sufrió ningún daño, informó a la AFP un jefe de obra de la municipalidad Rubén Pintos.

Toledo, que había llegado el viernes en un helicóptero para realizar algunas tomas para un documental internacional, se encontraba pernoctando en esa ciudad en el momento de la tragedia.

Apenas conoció la magnitud del accidente, puso su aeronave a disposición de los socorristas y colabora en la coordinación de los trabajos de rehabilitación de la vía férrea.

«He suspendido todas mis actividades para llegar al terreno afectado por las avalanchas. Estoy con la gente de Aguas Calientes viendo su angustia y su tristeza», dijo Toledo.

Cuaresma dijo que se está coordinando con la fuerza aérea a fin de disponer helicópteros para evacuarlos, dando prioridad a los ancianos.

La autoridad regional hizo un llamado urgente al gobierno para que envíe carpas, alimentos, medicinas y abrigo a la zona afectada. También reclama maquinaria para retirar los bloques gigantescos de piedra.

El jefe de la Cuarta Región de Defensa Civil, con sede en Cusco, Heraclio Boza, informó que tres vehículos se trasladan al poblado de Aguas Calientes llevando ayuda.

Las unidades llevan ropa, alimentos y herramientas para apoyar las labores de limpieza en la zona afectada, agregó.

Mientras tanto, los helicópteros comenzaron a trasladar a los viajeros hacia el Cusco.