Aunque el Sello de Trazabilidad no es una exigencia obligatoria de los mercados internacionales, es un valor agregado que pueden obtener las empresas exportadoras a fin de garantizar que cada bien que se produzca en el país cumpla con los más altos estándares internacionales.
La trazabilidad es el conjunto de acciones, medidas y procedimientos técnicos que permite identificar y registrar cada producto desde su nacimiento hasta el consumo. En el país, la empresa GS1, antigua EAN, es la única autorizada para otorgar el sello Trazabilidad, mediante el cual se registra cada uno de los pasos que da el producto en la cadena de distribución.
GS1 sólo otorga el Sello de Trazabilidad a las empresas que cumplen con todos los requisitos de registro a nivel de materia prima, maquinarias y mano de obra.
Según explicó la ingeniera Carmen Suárez, gerente de proyectos de GS1, el primer paso que da la marca para otorgar el Sello de Trazabilidad es un levantamiento sobre la función y el procedimiento de la institución para exportar sus productos. Explicó que basados en esas revisiones se realiza una auditoría formal para determinar si cumple con el estándar, y si no cumple, le dan soporte técnico para alcanzar los requerimientos y lograr la certificación.
Suárez explicó que en el país ninguna empresa cumple con esos estándares, y que con ese objetivo GS1 hace todo lo necesario para que las empresas tengan menos problemas al momento de exportar sus bienes a mercados como Estados Unidos y Europa.
Mediante la regulación de un código de barras, GS1 garantiza la eficiencia en la cadena de suministro y la reducción de pérdidas por deficiencia en la cadena logística de las empresas.