FRANCISCA LÓPEZ
La semana del próximo 24 al 30 de abril se llevará a cabo en todo el mundo La Semana de Acción y Educación para Todos, como parte de la Campaña mundial por la Educación iniciada en el año 1999. Esta campaña integra los esfuerzos de organizaciones de la sociedad civil, ONGs y sindicatos de profesores de más de ciento cincuenta países del mundo, en aras de garantizar igualdad de oportunidades para que todos accedan a la educación básica.

Además, esta campaña pretende movilizar la presión pública sobre los gobiernos y la comunidad internacional para que cumplan sus promesas de proveer educación básica obligatoria y pública para todos.

La iniciativa mueve a la reflexión de todos los que soñamos con un mundo mejor donde sobre todo las mujeres , las niñas y los adultos no formen parte de las cifras que evidencian la inequidad en las sociedades que, como la nuestra, supuestamente avanzan hacia determinados niveles de desarrollo. Las cifras son reveladoras: según la UNESCO 104 millones de niños no están escolarizados, de los cuales el 57 % son niñas.

Esos datos contrastan con la realidad de sociedades democráticas, multiculturales e informatizadas con sistemas de información y comunicación avanzados y cuyo presupuesto nacional apenas contempla un tres o un cuatro por ciento del PIB destinado a la educación.

Las contradicciones anteriores constituyen un reflejo de la falta de voluntad política de los gobiernos de turno, que se muestran indiferentes ante una situación que cada día asume mayores niveles de dramatismo, pues tal como se plantea en los siguientes principios de esta campaña la educación es un derecho humano universal; sin ella no es posible la disminución de la pobreza ni el desarrollo humano sostenible; la educación es una responsabilidad del Estado y no es alcanzable si los gobiernos no movilizan la voluntad política y los recursos disponibles.

De ahí que en la Semana de Acción y Educación para Todos 2005 se apela al cumplimiento de Acuerdos de Dakar en abril del 2002, al Banco Mundial y a las naciones ricas del norte para incrementar la ayuda y financiar una iniciativa global para el respaldo de los planes nacionales. Asimismo, se espera una acción inmediata para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la escolarización de un mayor número de niñas en el año 2005.

Como parte de esa campaña, se está promoviendo en las escuelas, del 24 al 30 de abril, un programa titulado Envíe a mi Amigo a la Escuela, el cual promueve la reflexión y el debate sobre la pobreza en el mundo, sus causas, los objetivos de desarrollo del milenio, de cómo la educación combate las causas de la pobreza y por qué la educación de las niñas es importante para romper con este círculo.

Indudablemente que si queremos educar para el futuro este tipo de acciones pone a la escuela de cara a su propia realidad e involucra a los niños, niñas y jóvenes en un proceso de toma de conciencia fundamental. Creemos que aunque el ejercicio propuesto para llevar a cabo en las escuelas es de interés para todos los sectores socio-económicos, puede resultar particularmente útil para los que estudian en centros educativos de clase alta y media alta cuya situación social los coloca de espaldas a una realidad radicalmente opuesta a la suya. Es muy posible, además, que de esos grupos salgan muchos hombres y mujeres que ocupen en el mañana puestos de responsabilidad social desde los cuales deban responder con una actitud equitativa, sensible y solidaria.

Por otra parte, el Foro SocioEducativo, grupo de organizaciones educativas de la República Dominicana que se han organizado para contribuir con el avance de las reformas educativas en el país coordinará una serie de acciones en apoyo a esta semana a fin de demandar al gobierno un mayor compromiso en la tarea de cumplir los objetivos del milenio.

Para esos fines, el Foro coordinará el referido programa que se desarrollará en los centros educativos y presentará en una conferencia de prensa su declaración sobre esta importante iniciativa.

Esperamos que las propuestas de la Semana de Acción y Educación para Todos cumpla sus propósitos y pueda contribuir con la sensibilización de los responsables de poner en práctica las políticas públicas que demandan una educación de calidad para todos.