Hoy comienza la última semana de trabajo antes de la celebración de la fiesta religiosa de la Natividad y de fin de año. Es una semana que para algunos – sobre todo los niños — es de fiestas, pero que para la mayoría debe ser la de extremar precauciones.

Tradicionalmente, estos últimos días del año tienen escollos para la labor continuada por la gran cantidad de celebraciones, reuniones y trabajo apresurado para concluirlo antes de que termine el año.

Esta mezcla de presiones y diversiones produce excesos y fomenta el descontrol y los malos humores, del mismo modo que lo hacen los desórdenes alimenticios y los excesos en la ingestión de alcohol.

Tenemos a la vista que el próximo sábado será la fiesta de Nochebuena y el domingo tendremos el día de Navidad. Este objetivo acelera a todos.

El doctor Héctor Mateo, eminente cardiólogo conocido por su bonhomía y labor social de prevención de las enfermedades cardíacas, está advirtiendo sobre la situación en términos de salud y hace sabias recomendaciones que la población debe tomar en cuenta.

Pero, también las autoridades policiales han advertido que las personas deben extremar las precauciones en estos días. Porque aunque han derramado en el país a gran cantidad de agentes policiales es bueno tomar en cuenta que al mismo tiempo la delincuencia está muy estimulada y diligente por la gran cantidad de dinero que en estos días tradicionalmente circula.

El trabajo de los agentes policiales es reprimir el delito, pero el de los delincuentes es la asechanza para asaltar, matar o robar. El mayor general Bernardo Santana Páez, jefe de la Policía, muy bien ha advertido a la población que debe aumentar sus precauciones, en estos días, alrededor de las viviendas y los establecimientos comerciales, porque los delincuentes estarán más activos.

Estos no son consejos para desoír. Porque a menos que se tomen las precauciones debidas las fiestas pueden trocarse en lamentos.

II

Para los cristianos estas son fiestas en recordación del nacimiento de Jesús. Son días para el acercamiento familiar y las demostraciones de afecto entre parientes y amigos.

Lo recomendable en estos días es la celebración en familia, con recogimiento y guardando el sentido de estas fiestas, evitando los excesos que son rechazados por todos los grupos cristianos.

Este recogimiento, guardado con sentido religioso o por simple precaución, nos ayudará a adoptar medidas contra sucesos calamitosos.

Esta es una semana que debe llenarse de precauciones en el hogar y la calle, pero sobre todo en la calle, al conducir entre el fragoroso tránsito y tomando en cuenta que algunos se exceden en la ingestión de bebidas alcohólicas y asumen irresponsablemente el control para convertirse en asesinos potenciales.

Estos son días de resguardarse y evitar todo cuanto nos pueda alterar el ánimo.