CARACAS. Venezuela reducirá la semana laboral en el sector público a solo dos días durante dos semanas para enfrentar la crisis energética generada por la sequía que afecta a la represa del Guri, anunció el martes el gobierno.
El agua de la Central Hidroeléctrica del Guri genera cerca del 60% de la electricidad que se consume en Venezuela.
El vicepresidente ejecutivo, Aristóbulo Istúriz, anunció que por decisión del presidente Nicolás Maduro además del viernes, que ha venido actuando como día feriado no laborable desde el 7 de abril para reducir el consumo de energía, “se ha decidido incorporar como días feriados no laborables para el sector público los días miércoles y jueves”.
Esos tres días no se laborará en el sector público “a excepción de aquellas tareas que son fundamentales y son necesarias”, resaltó Istúriz en una transmisión difundida por la estatal Venezolana de Televisión desde las inmediaciones de la represa, ubicada en el sureste del país.
El anuncio se produjo un día después que se comenzó a aplicar en la mayor parte de Venezuela — a excepción de la capital y otros cuatro estados— el llamado “plan de administración de cargas”, que consiste en cortes de cuatro horas diarias durante 40 días para hacer frente a la sequía en el embalse.
Para muchos venezolanos ese plan no representa ninguna novedad ya que desde hace meses en algunas regiones, y desde hace varias semanas en otras, se registran apagones casi a diario que las autoridades atribuyen a fallas en las instalaciones pero que según los analistas responden a racionamientos.
“Igualmente los días viernes serán no laborables para los planteles educativos de los niveles inicial, del nivel medio y del nivel básico”, agregó el vicepresidente bajo el argumento de que la escasez de las lluvias en el embalse mantiene la “grave situación” que atraviesa el Guri por la larga sequía.
Maduro pidió a los habitantes que colaboren en el racionamiento de energía para retardar el descenso del nivel de agua del Guri.
Desde febrero, el gobierno impone racionamientos en los centros comerciales, redujo las horas de trabajo en el sector público y declaró no laborables los viernes durante los meses de marzo y abril para ahorrar energía eléctrica.
Asimismo decidió adelantar 30 minutos el huso horario a partir de mayo para bajar el consumo eléctrico. Poco después del anuncio del vicepresidente, Maduro pidió a los venezolanos “toda la comprensión y el apoyo” a las medidas adoptadas.
“El vicepresidente anunció, así le di la instrucción, una nueva medida necesaria para que la administración pública labore lunes y martes, mientras pasamos estas semanas críticas, extremas, en donde estamos como ustedes saben haciendo todo, todo por salvar al Guri en esta etapa y lo vamos a lograr”, indicó.
“En estos dos últimos años, como todos saben en el país y es evidente, ahí está, el Guri se nos transformó casi en un desierto. Con todas las medidas que estamos tomando lo vamos a salvar”, insistió Maduro.
El mandatario anunció que solicitará la ayuda de expertos y organizaciones internacionales para asegurar la recuperación del embalse. “Vamos a pedir ayuda internacional de emergencia para atender este tema que es muy grave para Venezuela.
Ya tenemos contacto con organismos científicos de la ONU y vamos a pedir ayuda científica y técnica, porque hay que hacer obras especiales de recuperación para los próximos meses y esta situación sea enfrentada, superada y estabilizada como debe ser”, dijo en la televisión estatal, sin dar más detalles.
Analistas y opositores estiman que las medidas adoptadas son insuficientes por el continuado el descenso del nivel del agua del Guri, que se ha visto afectado por el fenómeno El Niño, y persisten los problemas de generación eléctrica que atribuyen a un importante déficit en el sistema termoeléctrico, el cual estiman opera a 30% de su capacidad.
El nivel de agua del embalse alcanzó la semana pasada 242,07 metros sobre el nivel del mar y quedó a dos metros de la considerada como cota de riesgo. El país sudamericano tiene una demanda media de 15.500 megavatios diarios.
El sistema hidroeléctrico genera 9.500 megavatios, mientras que las termoeléctricas producen cerca de 6.500 megavatios.
Venezuela enfrenta desde hace seis años problemas en el servicio eléctrico como consecuencia de fuertes sequías, el aumento del consumo y el deterioro de las viejas instalaciones, dificultades que el gobierno ha intentado compensar con inversiones millonarias y planes de emergencia.
Los opositores y analistas estiman que parte de las inversiones se perdieron por corrupción.