Semana propicia para meditar

Semana propicia para meditar

La Semana Santa comenzó ayer, Domingo de Ramos, y con la misma comenzó el éxodo de vacacionistas hacia playas y balnearios del interior. En lo que es ya tradición en este país, una buena parte de los dominicanos busca escapar de las presiones cotidianas de las ciudades para refugiarse en los lugares de esparcimiento más adecuados para las altas temperaturas primaverales.

Entre todos los que huyen de las ciudades, no faltan los incautos que mezclan velocidad  con alcohol en demasía y terminan provocando tragedias en playas, lugares de diversión o carreteras. Por eso, el Estado moviliza abundantes recursos humanos y logísticos en los denominados operativos de Semana Santa, tratando así de disminuir las posibilidades de percances.

No sería mucho pedir que el período sea aprovechado para la diversión sana y la meditación acerca de cómo influyen en nuestras vidas los graves problemas que afectan al país, como las alzas del petróleo y sus derivados, de los alimentos y servicios, y la casi inminencia de una recesión en Estados Unidos que tendría consecuencias nefastas para la economía dominicana. La diversión no es incompatible con la sobriedad, lo incompatible en todo momento es el exceso de cualquier cosa que hagamos. Es preciso que cristianos y no cristianos ejerciten la mente con una constructiva meditación durante estos días de tradición cristiana.

Cultivemos  la  creatividad

Hace algunos años nuestros productores de cacao merodearon los linderos de la ruina por la caída brusca de los  precios internacionales de este producto. Aparte de la depreciación por causas de mercado, nuestro cacao tenía desventajas competitivas muy serias. Algunos, más aguerridos que otros, analizaron alternativas y cambiaron de línea de producción. Otros siguieron el cultivo del cacao, pero bajo la modalidad orgánica, que no usa pesticidas y otros agroquímicos.

El resultado ha sido que nos hemos acreditado como los principales exportadores de cacao orgánico. Con el banano ha pasado algo parecido y ya estamos exportando  vegetales chinos en grandes cantidades. La moraleja es que son los mercados de demanda los que establecen las reglas del juego, pero es la creatividad de los productores la que determina  si tienen éxito o van a la quiebra. Pongamos esto a prueba con el DR-CAFTA y otros tratados comerciales.

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