Semana Santa

Semana Santa

POR EDGAR REYES TEJEDA
Oyendo en estos días las trepidantes cadenas que compiten activamente por la radio- audiencia durante la Semana Santa mediante transmisiones en vivo y directo desde playas y carreteras, irrumpieron en mi memoria, revestidos por la dulce y entrañable materia de la nostalgia, los recuerdos de aquella radio que solía escuchar en esta misma época en los tiempos felices y lejanos de mi infancia.

La mayoría de las emisoras interrumpían sus transmisiones regulares para difundir programas especiales, consistentes en música instrumental, en su mayoría reconocidas piezas clásicas; radio-dramas en que se narraban historias extraídas de las sagradas escrituras, y una que otra conferencia en torno a reflexiones espirituales, filosóficas o de crecimiento humano.

La habitualmente cumbanchera radio guarachita transmitía a través de su “antena polidireccional de 360 grados” una exquisita selección de música clásica interpretada por estupendas orquestas europeas y estadounidenses, así como unas profundas y amenas reflexiones leídas por la magistral voz del actor mexicano Enrique Rambal. Estas reflexiones reunidas en un hermoso disco bajo el nombre de “Vale la Pena Vivir”, trataban sobre la vanidad, la soledad, la adolescencia y el poder del silencio; tema este último con extraordinaria vigencia hoy día . Otro disco que también se difundía en esta emisora era Cartas a mi Hijo, una colección de textos poéticos y reflexivos a cerca de la formación y educación de los niños.

La HIZ y Radio Televisión Dominicana ponían en el aire versiones dramatizadas de la última cena , milagros de Jesucristo y muerte y resurrección del Mesías; así como conversatorios y charlas sobre la significación religiosa de la Semana Mayor; en tanto que muchas otras emisoras sacaban sus transmisiones del aire, aprovechando el asueto para hacer reparaciones o labores de mantenimiento , lo que ocasionaba que estaciones extranjeras fueran perfectamente audibles en el dial, lo que daba la oportunidad de conocer y disfrutar voces, música y contenido nuevos y distintos.

Hoy en día existen notorias y radicales diferencias con aquellos tiempos en que la Semana Santa, según oíamos de labios de nuestras abuelas, era un período en que Cristo estaba muerto, el diablo andaba suelto y las palabras violaban el sagrado silencio de la oración y la meditación. Nuestros mayores no darían crédito a sus oídos, si escucharan el estruendo, las informaciones vertiginosas y las repetitivas y perentorias campañas de advertencia a los vacacionistas, que saturan ahora las ondas hertzianas.

FUERA DEL AIRE

No quiero dejar de reseñar, aunque sea muy brevemente la maravillosa experiencia que viví en mi reciente visita a Honduras, en donde asistí al concierto “Solidarizarte”, en el que una pléyade de artistas con discapacidad presentaron un estupendo espectáculo en la Sala Principal del Teatro Nacional Manuel Bonilla, el más importante escenario de Tegucigalpa.

Les aseguro que, Sentido Solidario Aparte, fue un evento de una calidad artística, que como refirió una señora del público que subió espontáneamente al escenario “No tiene nada que envidiarle a un concierto de Chayanne o Ricky Martin”.

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