Semana Santa es víctima de comercio y publicidad

Semana Santa es víctima de comercio y publicidad

POR GERMAN MARTE
La tradicional celebración de Semana Santa en el país ha sido víctima de la publicidad y el comercio, afirmó ayer el obispo emérito de Santo Domingo, Francisco José Arnaiz, quien destacó que mucha gente está más pendiente de aprovechar las vacaciones de estos días que en participar en las actividades religiosas.

Resaltó que para esta época en Europa abundan los carteles promoviendo al país como destino turístico, mientras que también aumenta el número de dominicanos que se va a vacacionar a los hoteles de Bávaro y Puerto Plata, donde representan el 33% de los visitantes.

Arnaiz dijo que tradicionalmente en occidente, aún para los agnósticos y los ateos, jueves, viernes y sábado santos eran tres días sagrados, que se decretaban no laborables para que la gente pudiera acudir a las ceremonias religiosas.

Empero, a eso se le fue llamando, desde mitad del siglo pasado, las “vacaciones de Semana Santa”, y poco a poco se fue cambiando de una concepción religiosa a una pagana, de vacaciones, y en esa práctica se ha involucrado incluso el pueblo creyente y practicante.

De acuerdo con el obispo emérito, en este cambio han intervenido varios factores, siendo uno de ellos el crecimiento del número de no creyentes (ateos) y el número de no practicante.

Explicó que los no creyentes propugnaron entonces porque se dejaran las fiestas, aunque no creyeran en eso, a cambio de que dejaran las vacaciones, que en algunos casos comienzan desde el martes y los escolares la semana entera.

Asimismo, señaló que el cambio en la tradición de Semana Santa, pasa igual que con Santa Claus, que ha terminado imponiéndose sobre los Tres Reyes Magos, “ha sido un fenómeno del espíritu comercial de los norteamericanos” que han contagiado incluso el espíritu publicitario de la Semana Santa.

Consideró que este fenómeno es parte de una tendencia que hay hoy en el mundo de negarle la divinidad a Cristo, ya que no se le ha podido negar su historicidad, “ese es un movimiento muy fuerte que admite que fue un gran maestro, un hombre extraordinario, pero se le niega la divinidad”. Empero, señaló que si Cristo es reducido a un filósofo más, ya no sería lo mismo, porque le quitaría el aspecto religioso.

NO TODOS

Sin embargo, el reverendo Lorenzo Vargas resaltó que también hay personas que se van a descansar con sus familias a sus pueblos y los hoteles se llenan de familias, incluso en algunos hasta escenifican vía crucis.

“Tampoco se puede satanizar esas cosas. Depende cómo tú vayas y a qué vas”, pues hay gente que lo hace sanamente y aún aprovecha para ir a las parroquias y seguir las celebraciones religiosas, expresó Vargas, quien considera que la Semana Santa “tampoco es un velorio”.

Vargas deploró que los medios de comunicación le dan más importancia a lo novedoso de la gente en las playas, y no se le da importancia al crecimiento en calidad y número que hay en las celebraciones. Asimismo, el reverendo Abraham Apolinario, párroco de la Iglesia Santo Cura de Ars, destacó que ha crecido la intensidad de la participación de la gente en las celebraciones religiosas de Semana Santa.

Destacó que ahora participan más personas en la preparación de las celebraciones de Semana Santa, gente que va y se queda en la Iglesia.

Resaltó que en Semana Santa acuden más personas a las iglesias que en Navidad y en la fiesta de la Virgen.

EL MIEDO COMO ARMA

De su lado, Vargas señaló que antiguamente había un respeto sagrado por la Semana Santa, pero ligado al miedo, “si tú hacías tal cosa el Viernes Santo te quedabas pegado. Si te bañabas en el río te volvía pez”, pero la fe no puede basarse en el miedo.

Sin embargo, observó que muchas de esas tradiciones no eran predicadas por la Iglesia, pero se hizo parte de la cultura. Luego, esas tradiciones fueron criticadas por el racionalismo.

Vargas señaló que la Semana Santa no es un velorio, sino una celebración en el que hay el momento de actualizar el sufrimiento de Jesús, no como sentimiento de velorio, sino de victoria.

Señaló que aún el Viernes Santo la Iglesia no se viste de negro, sino de rojo, que es el símbolo de quien da la vida, quien derrama su sangre. Dijo que en la celebración de la Cruz, se le canta a la victoria de Jesús. El mismo Jueves Santo es una fiesta de la institución de la eucaristía, del sello sacerdotal, de la caridad fraterna.

Y el Viernes, que ya es un día de dolor, “pero es un dolor que anuncia victoria”, pues para el cristiano el sufrimiento siempre tiene dentro la victoria.

Mientras que la vigilia pascual es fiesta que en la Iglesia dura 50 días, a pesar de que debido a la insistencia que se hace en la Cuaresma se descuidó el aspecto pascual.

“Es el gran domingo de la Iglesia, un domingo que dura 50 días, cantando y celebrando a Jesús”, manifestó Vargas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas