Semana Santa y algunos excesos

Semana Santa y algunos excesos

Aun cuando al final pueda decirse que es menor la  cifra de víctimas de accidentes y otros sucesos acaecidos en el  asueto del Tiempo Pascual, los factores que continuamente llevan luto a hogares o dejan otras consecuencias negativas, mantuvieron una elevada presencia. Las campañas preventivas y de auxilios que desarrollan autoridades  tienden a dar mejores resultados. La participación múltiple de entidades públicas que respaldan al COE es alentadora y muchas personas, por esta vez, dieron   muestras de más preocupación por el peligro. Pero por sobre los aspectos positivos ya enumerados resaltan  todavía irresponsabilidades y excesos de vacacionistas que consuman alcohol por encima de límites estrictos para circular con seguridad.

 Las violaciones a las reglas de tránsito superan en número al promedio que corresponde a nuestro nivel de desarrollo y el cumplimiento sigue dependiendo más de la “buena voluntad” de los choferes que de la aplicación, con sanciones, de las normas. Los motociclistas siguen llevándose la corona como infractores y para ellos no existen cascos, placas, seguros ni señales de tránsito. Amplios tramos viales  en construcción o pobremente señalizados constituyeron importantes fuentes de peligro. La conciencia que debemos consolidar es la del respeto absoluto a la ley por parte de  todos los que usen las vías públicas.

Voces  desde el corazón de Cuba

Los reclamos de cambios democráticos, o de un  giro que tienda a superar un pasado sin libertades  políticas en Cuba, ya no parten exclusivamente de los disidentes perseguidos, con damas de blancos atropelladas. Tampoco están solos los grupos externos que abogan porque el sistema socialista  evolucione hacia el respeto a los derechos humanos, incluyendo los de prensa, en esa amada isla de José Martí y Máximo Gómez. A esta corriente se agrega ya abiertamente   la juventud cubana que  pide las reformas que le prometieron unos gobernantes  que no deben defraudarla.

Ídolos bien conocidos del canto cubanos, que se proclaman fieles a las esencias de la revolución gobernante, también levantan sus voces  para demandar cambios, confiados en  que sería posible una reforma que preserve  conquistas sociales existentes pero  abriendo más el país antillano al mundo, al tiempo que el mundo se abre  más al país antillano, como sugirió una vez Juan Pablo II.

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