SEMANARIO AMBIENTAL DE AMERICALATINA
Ambicioso estudio de la vida marina

SEMANARIO AMBIENTAL DE AMERICALATINA<BR>Ambicioso estudio de la vida marina

Por Zilia Castrillón * – IPS/IFEJ
BOSTON, Estados Unidos, oct (IPS/IFEJ)
  La inclusión de los corales en la Lista Roja de Especies Amenazadas 2007 de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) es el primer resultado de un ambicioso proyecto de observación de la vida marina con fines de conservación.

La inscripción de los corales en la Lista Roja se basó en estudios iniciados hace poco más de un año por el proyecto Evaluación Global de Especies Marinas (GMSA, por sus siglas en inglés), un esfuerzo conjunto de UICN y Conservación Internacional.

Diez especies de corales de las ecuatorianas islas Galápagos –dos de ellas en peligro crítico de extinción y una en estado vulnerable– han sido incluidas en la Lista Roja, la guía más detallada sobre el estado de conservación o declinación mundial de animales y vegetales.

Ésta es la primera de una serie de evaluaciones y adiciones a esa Lista sobre especies marinas de todo el mundo, dijo a esta reportera Kent Carpenter, coordinador del proyecto GMSA, con sede en el Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Old Dominion, en el oriental estado estadounidense de Virginia. 

La GMSA compila información sobre todas las especies conocidas de vertebrados y de una selección de invertebrados y vegetales, y la agrega a la base de datos del Sistema de Información sobre Especies de la UICN.

Los responsables del proyecto esperan tener datos detallados sobre la situación de 20 mil especies marinas en todo el mundo para 2010 y así determinar el riesgo relativo de extinción de cada una de acuerdo con los criterios y categorías de la Lista Roja.

Hasta el momento sólo figuran mil 530 especies marinas de las 41 mil 415 incluidas en la Lista Roja este año en diferentes categorías, desde «extinta» hasta «no evaluada». Según los expertos de GMSA, la vida del mar no ha sido adecuadamente estudiada en el pasado.

«El mundo marino ha sido relativamente poco estudiado y explorado en comparación con las especies terrestres», aseguró en una entrevista Stuart Banks, oceanógrafo de la Fundación Charles Darwin.

«La poca evaluación de las especies marinas se debe a las limitaciones de acceso a la información, así como a factores logísticos. Grupos tan importantes como algas y corales, que forman ambientes productivos, que sustentan a comunidades enteras, han sido muy difíciles de identificar», subrayó.

Para Stefan Hain, director de la Unidad de Arrecifes de Coral del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), esto tiene una explicación simple.

«Es muy difícil proteger lo que no vemos. Es mucho más fácil monitorear las poblaciones terrestres porque podemos observarlas directamente», dijo entrevistado para este artículo.

La Fundación Charles Darwin proveyó de información a GMSA y UICN para la conservación de especies de las Galápagos y ha sido fundamental en la valoración de las especies agregadas a la Lista Roja.

Los datos del primer reporte sobre corales de las Galápagos fueron obtenidos por Carpenter y otros investigadores tras una serie de talleres y observaciones realizadas desde el año pasado en la Estación Científica Charles Darwin, con sede en ese archipiélago del océano Pacífico.

En la Lista se señalan el coral floreana (Tubastraea floreana) y el solitario de Wellington (Rhizopsammia wellingtoni) como en peligro crítico o en riesgo de extinción extremadamente alto, y a la Polycyathus isabela como vulnerable.

Los corales están formados por placas de carbonato de calcio producidas durante miles de años por unas criaturas pequeñas, los pólipos, a los que se suman algas coralinas y una enorme y variada fauna y flora. Los arrecifes de coral son verdaderas comunidades que albergan a una de cada cuatro especies marinas.

El reporte indica que los corales de Ecuador han sido particularmente sensibles a las anomalías térmicas, principalmente al fenómeno climático periódico de El Niño, una corriente de agua cálida en el océano Pacífico, entre los años 1982 y 1983.

Según Carpenter, el calentamiento global es determinante en la extinción de estas especies y en el declive en su distribución.

La casi desaparición de la Tubastraea floreana ilustra esta amenaza. Según el reporte, se destruyó 80 por ciento de ella desde principios de los años 80, cuando su población se dispersaba hasta en seis lugares diferentes del archipiélago.

Asimismo, en los arrecifes del Pacífico oriental tropical se amplió el blanqueamiento de corales, la pérdida de color de esos ecosistemas por el aumento de la temperatura del océano o por su baja salinidad, explicó Carpenter. 

Esta condición se produce cuando los pólipos son abandonados por las algas que los alimentan.

La salud de los ecosistemas costeros también se ve afectada por la contaminación y la pesca, que influyen tanto en los corales como en las poblaciones de algas, pues ocasionan impactos en la cadena alimenticia de esas especies.

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ACENTOS

Agricultura ante acuciante escasez de fosfato

Por Mario Osava

RÍO DE JANEIRO,  (Tierramérica)  El escaso fosfato, un fertilizante indispensable para la agricultura, preocupa a los expertos en suelos, ante los voraces planes de Brasil y otros países en la carrera de los biocombustibles.

Sal del ácido fosfórico, el fosfato es un compuesto químico integrado por fósforo y oxígeno.

El fósforo es un mineral «finito e insustituible», cuyas reservas conocidas y de explotación económicamente viable pueden agotarse en un plazo de 60 a 100 años si se mantiene el actual ritmo de consumo mundial, dice a Tierramérica Euripedes Malavolta, veterano agrónomo e investigador del Centro de Energía Nuclear en la Agricultura de la Universidad de São Paulo.

«Sin fósforo no habrá agricultura, ni biocombustibles, ni vida. Se acabará la humanidad», enfatizó. Otros minerales, como nitrógeno, potasio, cobalto, magnesio y molibdeno, también son indispensables, pero tienen fuentes menos limitadas y, excepto los dos primeros, son de bajo consumo.

«El fosfato corre el riesgo de agotarse antes que el petróleo», corroboró José Oswaldo Siqueira, profesor de microbiología del suelo en la Universidad Federal de Lavras, en un encuentro sobre bioenergía realizado el 26 de septiembre en São Paulo.

Una fuerte expansión de la agricultura con fines energéticos aceleraría ese agotamiento, lo que es un dato a considerar «en una visión estratégica», señaló en diálogo con Tierramérica.

Denominar «renovables» a los biocombustibles –etanol y biodiésel destilados de caña de azúcar, maíz y diversas oleaginosas– no debe hacernos ignorar que algunos factores de producción agrícola, como suelo y nutrientes minerales, no son infinitos, destaca Siqueira, director de Programas Temáticos del estatal Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico. A Australia no le interesa dedicarse a la agroenergía por sus limitaciones hídricas, acota.

Sin un «poco probable» descubrimiento de nuevos y grandes yacimientos, las reservas actuales de fosfato durarán sólo hasta mediados de este siglo, dice a Tierramérica Jean Marc von der Weid, coordinador de Políticas Públicas de la no gubernamental Asesoría y Servicios a Proyectos en Agricultura Alternativa, que defiende la agroecología.

Las técnicas agroecológicas reducen mucho la pérdida de fertilizantes, promoviendo la recuperación de lo que queda en los desechos vegetales, sostiene. Además, se puede priorizar especies y variedades más adaptables a suelos pobres en fósforo, acota.

«Soy una voz clamando en el desierto, como San Juan Bautista», se queja Malavolta, durante mucho tiempo voz solitaria en Brasil advirtiendo de la importancia de un uso más eficiente del fosfato.

Mejorando la tierra ácida con la cal «se puede usar un tercio del fosfato que venimos empleando», ejemplifica. Y Brasil tiene un suelo muy ácido y pobre en fósforo, observa.

La modificación genética para desarrollar variedades que requieran menos fertilizante es otro camino que ya se recorre. «Ninguna magia de la ingeniería genética producirá una especie que no necesite fosfato», pero sí que lo consuma en menor cantidad, aclaró.

El problema en Brasil es que no se emplean tecnologías disponibles para utilizar mejor el fertilizante, como análisis de suelo y de las plantas, y se termina por aplicar más de lo necesario, desperdiciando un bien que «es imposible hacer durar indefinidamente», lamenta Malavolta.

El exceso de fosfato en la siembra hace que sólo 30 por ciento sea absorbido por las plantas y reduce la productividad, señala Siquiera. La mayor parte queda en el suelo. Otra parte, con la erosión, contamina aguas y hace proliferar vegetaciones acuáticas, perjudiciales para la salud humana.

La absorción de 30 por ciento ocurre en la primera siembra, pero las siguientes pueden aprovechar buena parte del fosfato retenido en el suelo. Pero, por desconocimiento, los agricultores vuelven a aplicar fosfato cada año, generando desperdicio y daños al cultivo, explica Malavolta.

La siembra directa, que deja en la tierra los residuos de la cosecha, fertilizando y reteniendo humedad en el suelo, es otra forma de reaprovechar el fósforo, apunta.

Reciclar basura y aguas servidas para recuperar el fosfato es otra medida clave para prolongar las existencias, coinciden Malavolta y Von der Weid. En los desechos se pierde muchos nutrientes, incluso porque una persona adulta no los necesita en la misma cantidad que un niño.

Otra complicación es la concentración de los yacimientos en los países del norte de África, especialmente en Marruecos, que posee cerca de 42 por ciento de las reservas mundiales, incluyendo a Sahara Occidental, un territorio que lucha por su independencia.

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ECOBREVES HONDURAS

Pacto por el bosque de Olancho

TEGUCIGALPA.- Empresarios de la madera y organizaciones ecologistas del nororiental departamento hondureño de Olancho anunciaron el 8 de este mes un pacto, bajo supervisión militar, para el manejo forestal de la cuenca del río Telica.

Así se busca preservar los bosques y evitar nuevas confrontaciones entre grupos madereros y ambientalistas, como las registradas en los últimos tres años, explicó Romeo Vásquez, jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras.

El convenio cuenta con un plan técnico ampliamente consultado. «Mientras no se cumplan estos acuerdos, los madereros no podrán explotar el bosque», dijo a Tierramérica el sacerdote Andrés Tamayo, del Movimiento Ambientalista de Olancho.

Hace un año el gobierno designó a los militares como garantes de cumplimientos que incluyen la protección de Tamayo, el decomiso de aserraderos clandestinos y la reforestación en Olancho, uno de los departamentos más deforestados del país.

BRASIL

Descifran genoma de plaga bananera

RÍO DE JANEIRO.- La Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) concluyó, junto con instituciones de Estados Unidos, Francia, Holanda y México, el secuenciamiento de los 11 mil genes del hongo que provoca la sigatoka negra, plaga que daña a bananos en todo el mundo. Ese conocimiento permitirá desarrollar mecanismos de control de la enfermedad, como el bloqueo de la infección, anunció Natália Martins, bióloga de Embrapa y coordinadora del estudio en Brasil. «Esperamos reducir de cinco a tres años el tiempo para alcanzar variedades resistentes», afirmó a Tierramérica.

Además de contener la sigatoka, que se diseminó rápidamente por Brasil desde 1998, amenazando a una de las frutas más consumidas, se busca evitar el uso de fungicidas, beneficiando el ambiente, acotó.

Brasil gasta unos 4,2 millones de dólares anuales en fungicidas para producir seis millones de toneladas de banano.

MÉXICO

Campesinos declaran muerte a hidroeléctrica

MÉXICO.-  La negativa de las autoridades mexicanas a descartar la construcción de la hidroeléctrica La Parota, en el sureño estado de Guerrero, suspendida por resolución judicial, representa un burdo engaño, según campesinos.

«Que el gobierno no mienta: el proyecto está muerto», declaró a Tierramérica José Hernández, dirigente de la zona agraria donde el gobierno intenta construir la represa desde 2003.

La Parota generaría 900 megavatios y afectaría a 30 mil campesinos, demandando seis años de trabajo y mil millones de dólares.

Una jueza de Guerrero resolvió en septiembre suspender el proyecto por considerar que tiene irregularidades. Pero el gobierno apeló la resolución y acusó a los campesinos de dejarse manipular por organizaciones no gubernamentales.

«No somos manipulados, tenemos evidencias de que La Parota sería una desgracia para todos», dijo Hernández.

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