PARÍS. AFP. El nuevo número de Charlie Hebdo con Mahoma en la portada, condenado por autoridades musulmanas en varios países, se agotó ayer en pocos minutos en los kioscos franceses, una semana después del atentado que fue reivindicado por Al Qaida en Yemen.

El ataque que dejó 12 muertos, entre ellos los dibujantes más destacados de la revista satírica, fue reivindicado ayer por Al Qaida en Yemen, que dijo que la acción tuvo como objetivo «vengar» a Mahoma, que había sido caricaturizado por el semanario.

Los sobrevivientes de la redacción del semanario satírico representaron a Mahoma con una lágrima portando un letrero «Yo soy Charlie» y bajo el título «Todo queda perdonado».

En un vídeo, uno de los dirigentes de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), Naser Ben Ali al Anasi, aseguró que el ataque había sido ordenado y financiado por el jefe supremo de la red, el egipcio Ayman al Zawahiri. Irán condenó la publicación y la calificó de «insultante» e hiriente «para los musulmanes».