LIMA (EFE).- Un millón y medio de árboles de especies nativas serán sembrados a partir del próximo año en 3.500 hectáreas de la cuenca del río Mantaro, en el centro de Perú, para detener la pérdida de cobertura vegetal, como parte del Proyecto Andino de Adaptación al Cambio Climático, informó hoy una fuente oficial.

El valle del río Mantaro y la subcuenca del río Shullcas, en el central departamento de Junín, son unas de las principales zonas de abastecimiento agrícola para la capital peruana, donde residen ocho millones de habitantes.

En tal sentido, a partir de 2008 se desarrollarán cinco proyectos ambientales de adaptación al fenómeno mundial del cambio climático en la cuenca del Mantaro y en la de los ríos Vilcanota y Urubamba, en el sureño departamento de Cuzco, explicó una nota de prensa del Consejo Nacional del Ambiente (Conam).

“Estas acciones están previstas como parte de las medidas propuestas por el Proyecto Andino de Adaptación al Cambio Climático, que abarca Bolivia, Ecuador y Perú, y cuenta con el financiamiento del Fondo Mundial del Ambiente, a través del Banco Mundial, por un monto de 6,7 millones de dólares”, dijo el secretario ejecutivo regional del Conam, Carlos Rojas.

La declaración de Rojas se produjo durante la reunión del comité técnico celebrada en la ciudad de Huancayo.

Paralelamente a la reforestación en Junín se trabajará en la conservación de las praderas naturales de las partes altas, la optimización del uso de agua mediante la instalación de riego tecnificado.

También en el control de pérdida de agua con el mejoramiento del canal de irrigación en los anexos de Uñas y Palian, así como la capacitación y sensibilización de la población para la optimización del uso de agua potable.

En el andino departamento de Junín se abarcará una superficie de 232 kilómetros cuadrados y se beneficiará a unos 300.000 habitantes de los distritos de Huancayo y El Tambo, precisó la fuente.

Asimismo, el Proyecto Andino de Adaptación al Cambio Climático tiene en la etapa final de diseño un plan para la diversificación de la producción agrícola, que permitirá mejorar la competitividad y seguridad alimentaria.

El referido plan, que será replicado en Bolivia y Ecuador, también permitirá la reducción de las pérdidas en la producción agrícola y la implementación de buenas prácticas agrícolas frente a las consecuencias anticipadas del retroceso glaciar en la zona, explicó Rojas.