POR PEDRO GERMOSEN
El Senado liberó de trámites y aprobó ayer el Tratado de Libre Comercio (TLC) con el voto favorable de 27 de 29 senadores presentes, luego de que el senador y presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Ramón Alburquerque, advirtiera que quedarse fuera del convenio perjudicaría la República Dominicana.

Tras la aprobación del acuerdo con Estados Unidos y Centroamérica, el embajador norteamericano, Hans Hertell, visitó a los senadores.

Hertell felicitó a los senadores en nombre de su gobierno y describió como histórica la actitud de la Cámara Alta.

«El Senado dominicano ha dado un paso histórico importante con la ratificación de esta pieza legislativa, que será de gran beneficio para ambas naciones», significó el diplomático.

Desde tempranas horas del día, un cordón policial vigiló los alrededores de la sede del Congreso, mientras internamente fueron dispuestas estrictas medidas de seguridad.

A la aprobación del TLC sólo se abstuvieron los senadores de La Romana, Enrique Seijas, y de Santo Domingo, Tonty Rutinel Domínguez, quien afirmó que la aprobación del convenio era una actitud genuflexa, dijo que el país no tiene presidente, sino un «gobernador» y sostuvo que «aquí no hay Senado ni Cámara de Diputados.»

Rutinel Domínguez afirmó además que el PRD estaba mal dirigido.

Al agotar el primer turno, Alburquerque, de Monte Plata, dijo que para el país era obligatorio acomodarse al proceso de internacionalización de la economía y del sector productivo.

Expresó que es importante ubicarse en un esquema económico que multiplique la capacidad de competir y hacer negocios.

Dijo que el país debe pensar en la seguridad alimentaria, lo que implica, sostuvo, adoptar medidas compensatorias para que el sector productivo, fundamentalmente el agropecuario, pueda producir lo que el pueblo consume a precios más baratos.

Manifestó que el TLC abre los mercados de Estados Unidos y cinco países centroamericanos y recordó que ese convenio no sólo se refiere al comercio, sino también a la homologación del sistema jurídico, haciendo más transparente los actos del gobierno.

Subrayó que el bloque del PRD tenía la obligación de aprobar el TLC porque de lo contrario República Dominicana quedaría fuera del convenio, lo que impediría la colocación de inversiones en el turismo, zona franca, agropecuaria y otros sectores de la economía.

Alburquerque expresó que el PRD respalda el crecimiento de la economía y toda acción encaminada a empujar el país hacia adelante.

Exhortó al Poder Ejecutivo a someter al Congreso la reforma fiscal con las medidas que compensarían al sector productivo de los perjucios que pueda ocasionarle el TLC.

Al intervenir, el senador oficialista José Tomás Pérez, del Distrito Nacional, felicitó a los bloques del PRD y del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) por aprobar el convenio, decisión que, agregó, favorece el futuro de la República Dominicana.

Al agotar un turno, el senador Seijas dijo que el TLC era un trago amargo «que nos dejará como perico en la estaca» y añadió que en México el tratado perjudicó al sector agropecuario, por lo que no votaría por ese convenio.

Expresó que la recomendación para que el bloque del PRD votara por el TLC la tomó el presidium y no el pleno nacional de dirigentes, por lo que él no estaba obligado a aceptar esa línea.

Planteó que lo aprobado mediante resolución por el Senado era la aprobación del TLC junto a la reforma fiscal con las medidas compensatorias para el sector productivo.

Sobre el particular, Rutinel Domínguez dijo que al sancionar el TLC el Senado lo violaba todo y, tras afirmar que República Dominicana no tiene un presidente, sino un gobernador obediente a los poderosos, el congresista sostuvo que el país debe cerrarse.

Dijo que el gobierno de Hipólito Mejía no consultó al PRD cuando decidió someter el TLC con cláusulas perjudiciales al interés de los productores nacionales.

Rutinel Domínguez afirmó que el gobierno del presidente Leonel Fernández también esta compuesto por gente «irresponsable», ya que, sostuvo, acordaron con el Senado que no se aprobaría el TLC solo, sino junto a la reforma fiscal.

Al intervenir, el senador Vicente Castillo, de Peravia, dijo que Rutinel Domínguez y Seijas al parecer desconocían que sus preocupaciones serían recogidas en la reforma fiscal.

Manifestó que el gobierno debe ser el más interesado en que se apruebe la reforma fiscal, ya que a través de ella sustituirá más de RD$30,000 millones que dejará de percibir por la eliminaciónde aranceles y el recargo cambiario.

Señaló que cuando la reforma fiscal sea sometida, lo correcto es que el Senado escuche los planteamientos de los representantes agropecuarios y de otros integrantes del sector productivo.

Al agotar el último turno, el presidente del hemiciclo, Andrés Bautista, de Espaillat, ratificó el compromiso de la Cámara Alta de buscar alternativas que eviten perjuicios al sector productivo.

Significó que en las manos de los miembros del Congreso está la defensa de los productores criollos y precisó que los únicos productores agropecuarios no son los cañeros, sino también los avicultores, porcicultores, arroceros, etc.

El TLC también fue defendido por el senador Alejandro Santos, de Salcedo, quien presidiera la comisión de Industria y Comercio que estudió el convenio.

El TLC pasará ahora a conocimiento de la Cámara de Diputados, donde al igual que en el Senado, deberá ser conocido en única lectura.

El acuerdo comercial fue el único punto de la agenda de la sesión del Senado, que se inició a las 12:30 de la tarde y concluyó una hora y 50 minutos después.