WASHINGTON (EFE).- Condoleezza Rice es ya la nueva secretaria de Estado de EEUU después de que el pleno del Senado confirmara ayer miércoles su nombramiento por un total de 85 votos a favor y trece en contra. La votación contó con más sufragios de los senadores demócratas a favor de Rice de los esperados en un principio, pese a la oposición de un grupo de esta minoría que resaltó el papel de la hasta ahora consejera de Seguridad Nacional en la invasión y la política de EEUU en Irak.

Doce senadores demócratas, entre ellos Ted Kennedy o el ex candidato presidencial John Kerry, se pronunciaron en contra del nombramiento, junto al independiente de Vermont James Jeffords.

Pero otros treinta -entre ellos la ex primera dama Hillary Clinton y ahora senadora- se sumaron a los 55 republicanos para aprobar el nombramiento.

Rice, que sustituye en el cargo a Colin Powell, se convierte así en la primera mujer de raza negra que ocupa la secretaría de Estado.

La alta funcionaria jurará su cargo en la Casa Blanca hoy mismo y ocupará su despacho en la séptima planta del Departamento de Estado mañana, jueves.

Ya se están ultimando los planes para una ceremonia más formal, en la que el presidente George W. Bush le tomará juramento, el viernes, en el Departamento de Estado.

Según afirmó el líder de la mayoría republicana en el Senado, Bill Frist, al concluir la votación, el nombramiento ha quedado aprobado «por una mayoría abrumadora de los dos partidos».

Sin embargo, la candidatura ha recibido el mayor número de votos en contra en la confirmación de un secretario de Estado desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Sus trece votos en contra representan casi el doble de los que recibió en 1973 el hasta ahora titular del récord, Henry Kissinger.

El nombramiento de Rice siguió a un debate de nueve horas el martes y una más hoy mismo, en el que la minoría demócrata acusó a la alta funcionaria de haber inducido al engaño a los estadounidenses con sus argumentos para defender la guerra.

La nueva secretaria de Estado es una de las confidentes más cercanas del presidente y durante su audiencia de confirmación defendió punto por punto la doctrina de Bush en política exterior.

En particular, Rice insistió en la necesidad de la invasión de Irak, pese a reconocer que pudieron cometerse «errores».

En una rueda de prensa hoy, el presidente Bush defendió el nombramiento de Rice y expresó sus ganas de colaborar con ella en la democratización de Irak y Afganistán y la «diseminación de la democracia» en el mundo.

«La doctora Rice es una excelente y honorable funcionaria pública que debe ser confirmada», insistió el presidente.

Al frente del Departamento de Estado, Rice tendrá ante sí importantes desafíos. El más inmediato será la evolución de Irak tras las elecciones que se celebran el domingo.

En su rueda de prensa de hoy, Bush señaló que las elecciones del domingo serán un «gran momento en la historia iraquí» y anticipó la participación de «un montón» de ciudadanos.

Además, la nueva secretaria de Estado tendrá que ponerse manos a la obra para relanzar el proceso de paz en Oriente Medio, una de las prioridades de Bush para su segundo mandato, y recuperar los lazos con los aliados europeos.

El mes próximo, Bush tiene prevista una gira por Europa que le llevará a Bruselas, Alemania y Eslovaquia precisamente con ese fin.

Para preparar el viaje, Rice ya se reunió a principios de esta semana en Washington con los ministros de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, y alemán, Joschka Fischer.

Se espera que después de tomar posesión del cargo, Rice haga una gira por Europa y Oriente Medio, aunque el Departamento de Estado no lo ha confirmado hasta que Rice jure el cargo.

Rice tendrá que poner en práctica también la nueva doctrina anunciada por Bush en su discurso de investidura y en el que vinculó las relaciones exteriores con el respeto a la democracia y a los derechos humanos.