P0R PEDRO GERMOSEN
El Senado convirtió hoy en ley el proyecto de reforma fiscal al declarar de urgencia y aprobar sin enmiendas, en dos sesiones consecutivas, la versión que le remitió la Cámara de Diputados, pese a que la mayoría de los presentes criticó el aumento del impuesto al gasoil y las gasolinas, que definieron como un atentado a la economía de los más pobres.
El presidente del organismo legislativo, Andrés Bautista García (PRD-Espaillat), dijo que la reforma fiscal había que aprobarla porque el hemiciclo estaba «contra la pared», en razón de la necesidad de que el Tratado de Libre Comercio (DR-CAFTA) cobre vigencia y se despeje el camino al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el informe favorable rendido al pleno, el presidente de la comisión de Finanzas, César Díaz Filpo (PRD-Azua), resaltó la necesidad de aprobar la pieza como una forma de cooperar con la gobernabilidad y la adecuación del país para la vigencia del DR-CAFTA.
En el documento, los senadores reconocen la necesidad de compensar al Estado por la pérdida de ingresos relativos a la eliminación de aranceles y la comisión cambiaria exigida por el Tratado de Libre Comercio firmado con Estados Unidos y Centroamérica.