Hoy 
POR PEDRO GERMOSÉN
En desafío a la alta dirigencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que les reclamó la exclusión del impuesto al jarabe de maíz de la reforma fiscal, 19 senadores perredeístas y un reformista la convirtieron anoche en ley, al aprobarla sin enmiendas en segunda lectura.
La pieza, conocida como punto único de la agenda, fue redimida de trámites de lectura y otros procedimientos a solicitud del senador Ramón Alburquerque, de Monte Plata.
El senador José Tomás Pérez, del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por el Distrito Nacional, pidió la eliminación del gravamen del 25% a las bebidas endulzadas con sirope de maíz y lo propio hizo el vocero del PRD, Aníbal García Duvergé, de San Cristóbal, y sus compañeros de bancada Víctor Méndez, de Santiago, y Alejandro Santos, de Salcedo.
Pérez dijo que el presidente Leonel Fernández garantizaba que el gravamen sería llevado y debatido en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para proteger a la industria azucarera nacional.
La mayoría del bloque del partido blanco tampoco obtemperó al reclamo de García Duvergé para reducir el Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) del 16% al 14%.
El senador Germán Castro García, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) de La Altagracia, respaldó la aprobación de la reforma fiscal haciendo causa común con 19 miembros de la bancada del PRD.
Los senadores José Hazim Frappier, reformista por San Pedro de Macorís, y el ex presidente del Senado, Jesús Vásquez Martínez, de María Trinidad Sánchez, no asistieron a la sesión.
Al intervenir, el senador Enriquillo Reyes, de Monseñor Nouel, explicó que como los acuerdos entre Estados están por encima de las leyes, a excepción de la Constitución de la República, por lo que el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con Estados Unidos no será afectado por la ley de reforma fiscal.
Ayer en una reunión del presidium del PRD, en la que participaron 20 senadores, el licenciado Vicente Sánchz Baret, presidente del partido blanco, reclamó a los senadores perredeistas que no sancionaran el proyecto de reforma y los amenazó con expulsarlos.
Los 10 senadores que se abstuvieron de votar fueron el presidente del hemiciclo, Andrés Bautista García, de Espaillat; el vicepresidente, César Matías, de Valverde; José Tomás Pérez, Méndez, García Duvergé, Dagoberto Rodríguez Adames, de Independencia; Santos, Hermani Salazar, de Duarte; César Díaz Filpo, de Azua, y Fausto López Solís, de La Vega.
La nueva ley procura una recaudación adicional de RD$20,000 millones anuales para que el gobierno pueda cubrir el déficit fiscal. Será remitida ahora al poder Ejecutivo para su promulgación u observación.
Al agotar un turno, Hermani Salazar dijo que todos los partidos se comprometieron a aprobar una reforma integral para cubrir el déficit fiscal y disponer medidas de compensación social.
«Pero lo que tenemos no es nada parecido a reforma fiscal integral, que fue el compromiso del presidente Hipólito Mejía, del entonces presidente electo Leonel Fernández, del PLD, el PRD y del PRSC, sino un paquete tributario», dijo el legislador, quien reclamó el rechazo de la pieza para hacer una «verdadera reforma fiscal integral.»
Al intervenir, Alburquerque dijo que para combatir la pobreza lo que se precisa es una reforma fiscal profunda, como recomendó el Fondo Monetario Internacional (FMI) y no solamente más impuestos que perjudican seriamente la economía de los más pobres.
El legislador monteplateño, quien finalmente votó a favor de la pieza, dijo que el aumento del ITBIS, que consideró un trago amargo como el acíbar, causará graves daños a los más necesitados y agregó que le asalta el temor de que el Gobierno no sabe hacia dónde se dirige.
Se preguntó qué hará el gobierno con los recursos ahorrados con la reducción del gasto público y pidió que los evasores de impuestos sean detectados.
Los defensores de la reforma fiscal como se aprobó, entre ellos Alburquerque y Ramiro Espino, de Samaná, dijeron que el PRD no será el responsable de los perjuicios de la reforma fiscal, sino el presidente Fernández y su partido, que afirmaron, elaboraron la pieza.
Por su lado, Vicente Castillo, de Peravia, felicitó a los Estados Unidos por defender a sus productores, pero dijo que esa nación interviene en los asuntos internos cuando presiona para que el Congreso excluya el impuesto al sirope de maíz.
El legislador banilejo leyó el artículo tercero de la Constitución, según el cual la República Dominicana es y será siempre libre e independiente de todo poder extranjero.
Castillo expresó que para enfrentar esa injerencia los senadores debían recordar defensores de la soberanía nacional como Cayo Báez y a Gregorio Urbano Gilbert, así como a Joaquín Balaguer, Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez.
Al agotar un turno, el senador de Santo Domingo, Tonty Rutinel Domíguez, dijo que no había que buscar responsables de los perjuicios de la reforma fiscal, porque «todos somos responsables.»
Manifestó que los políticos que dirigen desde el Estado y el Congreso deberían renunciar todos, porque «hoy decimos una cosa y otra mañana.»
Domínguez expresó que el Congreso debía aprobar la reforma fiscal para poner en manos de las nuevas autoridades un instrumento que le genere recursos suficientes para al menos paliar la crisis económica.
Entre otros, la ley de reforma fiscal aumenta el ITBIS del 12% al 16% y establece nuevos gravámenes a las bebidas alcohólicas, a los financiamientos para la adquisición de viviendas, así como un a las residencias suntuarias.
Al efecto, la nueva legislación reforma la ley número 11-92, del 16 de mayo de 1992, que estableció el Código Tributario, y sus modificaciones.
La sesión en que se discutió como único punto la reforma fiscal empezó a las 4:40 de la tarde y concluyó a las 7:15 de la noche.
El presidente del organismo legislativo, Bautista García, dijo que los técnicos del Gobierno se comprometieron a corregir algunos errores de forma que por la celeridad con que conoció la pieza no fueron tratados por el Senado.
