Senado debate propuestas demócratas para retirada de Irak

Senado debate propuestas demócratas para retirada de Irak

María Peña
Washington, (EFE).- El Senado de EEUU debate desde hoy dos propuestas demócratas que exigen el repliegue paulatino o una retirada total de las tropas norteamericanas de Irak, medidas que tienen pocos visos de triunfar ante la oposición republicana.

En lo que se considera el mayor debate sobre el conflicto bélico en Irak desde la invasión de EEUU en marzo de 2003, la pugna partidista en el Senado gira en torno a cuándo y cómo salir del país árabe.

La guerra en Irak, que en tres años y medio ha dejado ya 2.500 soldados estadounidenses muertos y más de 18.000 heridos, y cuyo coste ha superado los 300.000 millones de dólares, ha generado gran malestar en la opinión pública estadounidense.

Los demócratas, al tomar el pulso de la opinión popular y ansiosos de ganar votos que les permitan ampliar sus cuotas de poder en el Congreso en las elecciones de noviembre, han propuesto que el Gobierno inicie el «repliegue» de las tropas estadounidenses, o su retirada total.

La propuesta, del senador Carl Levin, secundada por otros demócratas como Jack Reed, Dianne Feinstein y Harry Reid, pide que el Gobierno de EEUU inicie a finales de este año un repliegue por etapas de las tropas en Irak y presente un plan para la retirada continua el año entrante.

Levin considera que ha llegado la hora de reducir la dependencia de los iraquíes de la presencia militar estadounidense y redefinir la misión de las tropas.

En un programa de la cadena Fox del lunes, Reed dijo que con esa resolución, los iraquíes deben tomar mayores medidas para, por ejemplo, erradicar las luchas sectarias dentro de las fuerzas de seguridad y dar mayor cabida a los suníes dentro del Gobierno.

«Es la mejor política para lograr lo que queremos: un Irak estable, gobernado y protegido por los iraquíes», enfatizó Reed.

Por su parte, los senadores demócratas John Kerry y Russ Feingold, ambos posibles aspirantes a las elecciones presidenciales de 2008, promueven la retirada de las tropas estadounidenses para el 1 de julio de 2007.

Esa propuesta, al igual que la de Levin, estipula que EEUU mantenga en Irak a las tropas que se consideren «esenciales», tales como instructores y equipos de apoyo logístico, aunque no precisa la cantidad.

Kerry y Feingold explicaron en un comunicado conjunto que se requiere un plazo para la retirada de las tropas, porque eso daría a los iraquíes «la mejor oportunidad de lograr la estabilidad y el autogobierno y, más importante aún, nos permite a empezar a centrarnos en las verdaderas amenazas que afronta nuestro país».

La propuesta Kerry-Feingold también pide que se convoque una «cumbre» con los iraquíes para dar respuesta a otros asuntos apremiantes para la democracia en el país árabe.

Se prevé que las dos propuestas se sometan a debate y votación entre hoy y el miércoles, aunque no está claro si alguna de ellas logrará los 51 votos necesarios para su aprobación, dentro de un proyecto de ley que autoriza 518.000 millones de dólares para diversos programas de defensa para el año fiscal 2007.

Los demócratas insisten en que los iraquíes deben asumir las tareas de seguridad en su país, porque EEUU ya ha aportado suficiente «sangre y recursos» en esa guerra.

Pero el líder de la mayoría republicana en el Senado, Bill Frist, replicó hoy, en nombre de sus correligionarios, que una retirada de Irak no es una solución aconsejable y enviaría un mensaje equivocado a los terroristas.

«EEUU entiende, y la mayoría en el Senado entiende, que no podemos sentarnos a ondear la bandera blanca» en señal de derrota, dijo Frist en un programa de la cadena de televisión CBS.

Si lo que los demócratas pretenden es «cortar por lo sano» para evitar más pérdidas en Irak, los republicanos -que buscan una ventaja política frente a las aparentes disensiones entre los demócratas- consideran que esa fórmula sólo pondría en peligro la seguridad nacional.

El debate ha cobrado un cariz político considerable, de cara a las elecciones del 7 de noviembre, en las que los demócratas aspiran a retomar el control del Congreso, o al menos una de sus dos cámaras.

También se produce en momentos en que las autoridades castrenses de EEUU han confirmado el hallazgo de los restos de Thomas Lowell Tucker y Kristian Menchaca, dos soldados rasos estadounidenses secuestrados tras una emboscada realizada el viernes pasado en un punto de control al sur de Bagdad.

Según el Pentágono, los restos tenían señales de una tortura «brutal» y un grado de mutilación tal, que muy posiblemente no podrán ser identificados sino a través de pruebas de ADN. EFE

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