NUEVA YORK.  «Apple buscó el cáliz sagrado de la evasión de impuestos». Así de tajante se muestra el Senado de Estados Unidos en un informe sobre Apple revelado el lunes en la noche, donde acusa a la firma de Cupertino de haber evadido el pago de US$74.000 millones  en EEUU y en el mundo entre los años 2009 y 2012.

Para ello, la tecnológica habría abierto una red de filiales que, gestionada por sus directivos, no tienen ni empleados ni instalaciones físicas y habría aprovechado las lagunas del sistema fiscal norteamericano.

Son muchos los casos que cita el informe. Entre ellos, destaca el ingreso de 30.000 millones en una de sus subsidiarias de Irlanda, por los que no pagó ni un tributo. En otras ocasiones, el gravamen fue de tan solo «la veinteava parte del 1%». El Senado deja claro,  que Apple no violó ninguna ley.

Las multinacionales con sede dentro de las fronteras de EEUU no tienen que pagar impuestos  por las ganancias en el extranjero siempre y cuando ese dinero no vuelva a EEUU. Por tanto, Apple sólo debería rendir cuentas con Hacienda si repatriara los beneficios a su sede  de California.

El consejero delegado de Apple, Tim Cook, negó categóricamente  que su empresa recurra a «artimañas» fiscales para eludir pagar impuestos, antes, Apple ya había señalado que creó más de 600.000 empleos, que en 2012 pagó impuestos por un valor superior a los 6.000 millones de dólares y que durante el año fiscal 2013 abonará otros 7.000 millones.