Washington (EFE).- El Senado de EEUU aprobó ayer un muro en la frontera sur y la exclusión de delincuentes de un eventual programa de legalización para los indocumentados, mientras más de quinientos manifestantes exigieron una reforma migratoria integral.

Dentro del debate que celebran sobre el asunto, los senadores aprobaron varias enmiendas para avanzar hacia la reforma del sistema de inmigración, mientras activistas hispanos realizaron una jornada de presión política ante la Cámara Alta para exigir un trato digno a los indocumentados.

Posteriormente, los activistas de la coalición “Somos América” realizaron una protesta en los terrenos del Capitolio en la que, pese a la escasa convocatoria -los manifestantes no llegaban a mil-, sus organizadores la declararon todo un éxito.

La jornada de militancia hispana se produjo en momentos en que el Congreso busca una solución duradera al problema de la inmigración, y dos días después de que el presidente George W. Bush ordenase el despliegue de 6.000 soldados de la Guardia Nacional a la frontera sur el mes próximo.

El Senado, que quiere aprobar su versión de la reforma para fin de mes -y armonizarla con la de la Cámara de Representantes- aprobó la construcción de un muro de 595 kilómetros a lo largo de la frontera con México, y barreras a lo largo de unos 800 kilómetros para sellar el paso de automóviles.

También aprobó que se excluya de un eventual programa de legalización a extranjeros indocumentados que hayan sido condenados por un delito grave o por al menos tres delitos menores.  El Senado prevé continuar el miércoles el debate y votación del proyecto legislativo, para el que se han propuesto cerca de ochenta enmiendas.

En paralelo y bajo una lluvia fina, los manifestantes portaban carteles y gritaban consignas como “`Somos América!”

Manifiestan preocupación

MEXICO (AFP).- La presencia de elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos en la frontera con México es “muy preocupante” porque las fuerzas armadas estadounidenses “no tienen muy buena reputación” en lo que se refiere a custodia de detenidos, señaló este martes la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

“En HRW estamos muy preocupados por el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con México, eso es una militarización”, dijo en rueda de prensa Kenneth Roth, director ejecutivo de la organización.

El presidente estadounidense George W. Bush anunció el lunes el despliegue de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional para apoyar a las Policías estatales en el combate al narcotráfico y a la migración ilegal.

“Aunque aseguren que la Guardia Nacional no van a detener a migrantes, todo indica que se va a encargar de vigilar a los que sean detenidos y todos sabemos que la administración de Bush ha hecho un trabajo muy lamentable en lo que se refiere al trato a detenidos, no tiene muy buena reputación”, añadió Roth.