Washington. EFE. El Senado de EE.UU. aprobó ayer el proyecto de ley conocido como “Promesa”, que pretende ofrecer un camino a la reestructuración de la deuda de Puerto Rico, que asciende a más de 70,000 millones de dólares, y establecer una junta de control fiscal para supervisar sus problemas financieros.
Con 68 votos a favor del texto legislativo y 30 en contra en la Cámara alta, el Congreso da luz verde a la legislación para atajar la crisis de la isla, después de meses de negociación bipartidista y a tiempo antes de que este viernes venza otro de los pagos de su deuda, esta vez por 2,000 millones de dólares.
La Casa Blanca ha asegurado que el texto alcanzado “no es perfecto”, pero apoya su contenido a falta de otro acuerdo más afín al Gobierno, por lo que se espera que la ley sea promulgada por el presidente de EE.UU., Barack Obama.
“El Congreso por fin aprobó legislación para abordar la crisis económica y fiscal de Puerto Rico”, dijo Reynaldo Benítez, portavoz del líder de la minoría demócrata del Senado, Harry Reid. Benítez indicó que, pese a que a Reid le preocupan “medidas injustas” respecto al salario mínimo o la falta de protecciones para los jubilados, esta “es la mejor solución a los problemas de la isla».
Bajo la nueva ley, la junta de supervisión fiscal podría anular cualquier ley por parte del Gobierno de PR que considere violación de “Promesa” y también puede obligar al Gobierno a vender activos, fusionar agencias y despedir empleados gubernamentales.