El Senado de la República realizará una investigación para determinar el uso actual de la superficie de tierra cultivable, a fin de aprovechar los altos precios internacionales de los alimentos, mediante una estrategia que ponga a producir la tierra ociosa del país, incluyendo la de reforma agraria, según una iniciativa del senador Adriano Sánchez Roa, aprobada por el pleno de senadores.

La comisión de asuntos agropecuarios y agroindustriales del senado, que preside el ingeniero Amilcar Romero, tiene un plazo de 30 días para rendir su informe, pues “es urgente que el país ejecute un plan  estratégico que explote al máximo su potencialidad agroalimentaria, poniendo en producción todas las tierras baldías existentes con vocación agrícola y ganadera”.

La resolución pide al Ministro de Agricultura, Salvador –Chío- Jiménez, revelar las estadísticas de importaciones agropecuarias, por productos y empresas beneficiarias, la superficie de tierra en el sector bajo cultivo y uso, por provincia, igual que la posibilidad de obtener en el país parte de los insumos que hoy se importan.

“El presidente Leonel Fernández, un mandatario de visión moderna y de desarrollo, está en lo cierto cuando precisa que el país tiene las condiciones agroclimatológicas y geográficas para convertirse en el granero del Caribe, meta para lo cual debía trabajar el ministerio de Agricultura”, dice en el considerando sexto, la pieza legislativa sometida por el senador Sánchez Roa.

El senador por Elías Piña explicó que disponemos de las condiciones especiales del mayor mercado del mundo, como lo es Estados Unidos, en virtud del Tratado de Libre Comercio, por lo que resulta conveniente que ya tengamos una oferta agroexportable capaz de generar divisas suficientes para equilibrar, por lo menos, el déficit en nuestra  balanza comercial.

Sánchez Roa indicó que la crisis alimentaria mundial expresada en la elevación desproporcionada de los precios de los principales rubros y materias primas utilizados para el consumo humano, está agravando los niveles de desnutrición y hambre en las mayorías pobres del mundo, pero que en el país es manejable por la conducción atinada del presidente Fernández.

La Reforma Agraria:

Dijo que al cumplir 50 años, la reforma agraria ha demostrado ser un proceso de desarrollo fundamental, convirtiendo en productores a decenas de miles de obreros del campo, poniendo a producir tierras baldías, de uso agrícola, ganadera y forestal, y colocando en la ruta del proceso a centenares de miles de familias, por  lo que hoy es necesario consolidar ese hermoso proceso.

“De acuerdo a los informes oficiales del IAD, de los 10.3 millones de tareas de tierras distribuidas, aproximadamente, en la actualidad solo están en producción unas 3 millones 200 mil tareas, permaneciendo ociosas o subutilizadas las restantes casi 7 millones 600 mil tareas, donde evidentemente se requiere redefinir nuestras políticas hacia el campo”.

La resolución explica que la gran potencialidad de la reforma agraria ha quedado demostrada cuando, en estos casi 50 años de existencia los parceleros de la reforma agraria producen más del 50% del consumo nacional de arroz y otros rubros alimenticios y han aportado a la sociedad más de 10 mil profesionales, hijos de esos humildes hombres del campo.