El Senado investigará la producción de rockash, flyash y otros desechos de plantas de generación eléctrica que operan aquí, a fin de determinar la disposición de la escoria que laboratorios ya determinaron que es tóxica y contaminante.

Al dar la información, el presidente de la comisión de Obras Públicas del Senado, Vicente Castillo, de Peravia, dijo que el «rock-ash» importado de Puerto Rico y el generado aquí en las plantas Itabo tiene la misma composición.

Manifestó que los desechos vertidos en Samaná y Montecristi son dañinos a la salud y al medio ambiente, conforme a los estudios realizados por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Academia de Ciencias de la República Dominicana.

«Nosotros mismos, como senador, no sabemos la disposición final que se les da a los residuos producto de la incineración del carbón mineral en las empresas dominicanas que producen energía eléctrica», dijo.

Recordó que Itabo produce 360 megavatios/hora, que es, calculó, casi la quinta parte de la demanda nacional de electricidad.

«De manera que hay que saber el tratamiento que les están dando a esos residuos, y otras plantas más, porque son muchas», dijo el congresista.

Calculó que el volumen de «rock-ash» que se vertió en Samaná equivale como al 40 por ciento de lo que produce el parque Itabo en un año.

Manifestó que el Senado está interesado en que se esclarezca todo lo relativo a la disposición de esos desechos, como sería dónde lo están vertiendo y conocer qué tratamiento le están dando a esa escoria contaminante.

El senador Castillo advirtió que si esos materiales se tiran al suelo sin impermeabilizar la zona, pueden, por filtración, contaminar fácilmente las aguas subterráneas.

Manifestó que para cuidar el medio ambiente esa escoria habría que depositarla en cuevas o depósitos impermeabilizados mediante capas de arcilla y plástico.

Indicó que como depósitos podrían utilizarse los huecos que deja la explotación de ferroníquel de la Falconbridge Dominicana en la zona de Bonao y las cuevas dejadas en Pedernales por la Alcoa Exploration Company, que extraía bauxita.

El congresista manifestó que disponer de la escoria mediante este sistema es muy costoso, por lo que las naciones que producen estos desechos prefieren por exportarlos.

Manifestó que el pueblo merece también una explicación de la disposición del «rock-ash» o «fly-ash» que producen las plantas de generación eléctrica que operan aquí desde hace muchos años, por lo que el Senado iniciará la investigación correspondiente.